No llegó por culpa de Junior (y ahora brilla en otro equipo de España)

No llegó por culpa de Junior (y ahora brilla en otro equipo de España)

El Barça tuvo apalabrada su incorporación

En el Barça tuvieron a punto de caramelo el fichaje de Pervis Estupiñán, y llegó a darse por cerrado. Todas las partes implicadas estaban de acuerdo, pero se cayó a última hora, por culpa de un futbolista. Y ese fue Junior Firpo, que se negó a hacer las maletas, por lo que no liberó una ficha necesaria. También es cierto que no recibió ninguna oferta en firme, pero estaba convencido de que tenia que quedarse, y que iba a ganarse la confianza de Ronald Koeman.

Nada más lejos de la realidad, pues, como hemos visto, solo ha disputado seis encuentros, en los que ha seguido dejando en evidencia que no está al nivel de las expectativas. El hispano-dominicano, a sus 24 años, ya no tiene crédito, y tratarán de encontrarle un destino lo antes posible. Pero se quedará con la culpa de haber frustrado la llegada del internacional ecuatoriano, que finalmente abandonó Osasuna, para recalar en el Villarreal.

Estupiñán

Lo hizo a título definitivo, tras un pago de casi 17 millones de euros al Watford, club al que pertenecían sus derechos federativos. Una apuesta importante, pero que no ha tardado en dar sus frutos, pues se ha convertido en titular indiscutible, y cuenta con la absoluta confianza de Unai Emery, su entrenador. Comenzó lesionado, pero, una vez se recuperó, se adueño del carril zurdo, y ha dejado una serie de actuaciones realmente buenas.

Físicamente es un portento, y no se cansa de subir y bajar la banda. Tiene una velocidad punta descomunal, y una resistencia muy trabajado, además de ser fuerte y potente. Técnicamente no es ninguna maravilla, pero tiene una buena zurda, y ofensivamente aporta lo que puede, a base de centros al área. Solo tiene 22 años, y tiene un potencial y un margen de progresión brutal, que le hace estar entre los más interesantes en su puesto en el panorama internacional.

El Barça lo tuvo a tiro, y las conversaciones estaban muy avanzadas. Pero a Estupiñán no le quedó otra que aceptar el traspaso al Estadio de la Cerámica, viendo que Firpo no quería moverse.

Historias que quedan en la memoria.