La operación le deja fuera toda la temporada. ¡No se lo esperaban!

Hay fichajes estrellas que acaban estrellados. Es el caso de Kaká en el Real Madrid. Las lesiones acabaron con él y estuvo en el Madrid 5 temporadas sin poder demostrar todo el fútbol que tenía. Muchos pensaban que Eden Hazard sería la estrella de nuevo proyecto blanco, pero se le está poniendo una cara de Kaká que asusta. El belga se lesionó por tercera vez esta temporada hace dos semanas, esta vez de gravedad, y pasará por quirófano. Roberto Martínez, seleccionador belga, le espera de vuelta en mayo. Pero las operaciones tienen complicaciones…

Que se lo digan al Valencia. Este verano pagaban 30 millones más Santi Mina por Maxi Gómez. El uruguayo estuvo dos temporadas en Vigo donde dio un rendimiento más que bueno. Para muchos era el “nuevo Cavani” y tenía pinta de que sería un referente de la selección uruguaya durante años. El Atlético de Madrid le quiso, pero no tenía dinero suficiente para cerrarlo. El Valencia se le adelantó.

Sin embargo, en un convulso año para el equipo che, las cosas no le han ido bien al delantero Charrúa. Marcelino fue destituido en octubre y desde entonces el equipo ha ido en una zozobra constante. Con algún brote verde, como fue pasar primero grupo por delante del Chelsea en la fase de grupos de la Champions.

Maxi, siendo irregular, llevaba esta temporada 8 goles en liga. Era el máximo goleador del equipo este año. Pero una rotura en el metatarsiano del pie derecho le van a mantener en el dique seco al menos tres meses. Llegará justo para el final del campeonato de liga. En Valencia no son positivos con la recuperación pues al parecer la lesión era más grave de lo que parecía en un principio.

No podía tener peores noticias Albert Celades que ahora deberá intentar remontar en Champions ante el Atalanta la semana que viene con uno de sus mejores bazas de baja. A por el más difícil. A intentar la heroica en un Mestalla que además puede estar vacío por el Coronavirus.

Maxi quiere ser estrella y no acabar estrellado. La sombra de Kaká sigue siendo demasiado alargada. Que se lo digan a Eden Hazard…