“Para renovar es el primero, para dar la cara, que salga Dest”

Si hay algo que siempre se ha dicho de Gerard Piqué es que es un tío sincero, que va de frente, que no se esconde y que Piqué es Piqué. Genio y figura para muchos, un cobarde con afán de protagonismo para otros, Piqué es de esas personalidades que no suelen dejar indiferente.

Tras varias semanas de silencio, uno de los capitanes del Barcelona salía el pasado viernes a la palestra por una entrevista concedida a la Vanguardia, como ya se informó en Don Balón, donde comentaba su opinión sobre diferentes temas de la actualidad azulgrana. Fue entonces cuando para muchos barcelonistas se cayó un mito dadas las enormes contradicciones que en sus palabras apreciaron.

Por un lado, una crítica feroz a la actual directiva como pocas veces se han visto por parte de un futbolista que esté en activo, pero por la otra una renovación firmada hasta 2024, cuando Piqué tendrá nada más y nada menos que 37 años. Parecen ya lejos aquellas palabras del propio Piqué tras el 8-2 que le endosó el Bayern y en las que dijo que si él tenía que apartarse no tendría problema. Pues toma renovación con la malvada directiva.

Pero eso no fue lo único que ha molestado, y mucho, a una parte importante de la afición blaugrana. Para muchos socios y fans ha sido decepcionante ver aparecer a un jugador recién aterrizado como es Sergiño Dest ante los medios nada más terminar el Clásico mientras que Gerard Piqué se escondía pese a ser uno de los cuatro capitanes y el más veterano de todos ellos. Parece ser que ya había dicho todo lo que tenía que decir en la Vanguardia el bueno de Piqué.

Para muchos aficionados la semana de Piqué ha colmado el vaso de su paciencia, para otros les ha servido para abrir los ojos. En cualquier caso, si para alguien ha sido decepcionante la semana es, sin lugar a dudas, para Gerard Piqué. Eso sí, con un contrato bajo el brazo hasta 2024 que se tendrán que comer los que lleguen a la presidencia blaugrana en los próximos meses.