Prefiere quedarse bebiendo caipiriñas que jugar un partido más con el Barça
El club blaugrana consternado
Arthur Melo dijo que se iba a quedar en el Barcelona hasta el final de temporada, pasara lo que pasara. Estas palabras las pronunció hace apenas 3 semanas, pero ayer dijo que no quería volver de Brasil para disputar la Champions con el Barcelona. Pasa del club, de Setién, de Bartomeu y de Messi. No quiere jugar más con el Barça. Muchos en Barcelona, sobre todo aficionados que expresan libremente su opinión han sido claros: “prefiere tomarse caipiriñas en Brasil que venir a luchar la Champions por el club que todavía le paga, mañana debe estar en la calle”.
Un desenlace que se veía venir
La verdad que todos sabían desde dentro del club que Arthur iba a generar problemas. Su actitud desde que se firmó su salida a la Juventus de Turín fue realmente mala. Entrenaba sin ganas, no se dejaba corregir por Setién, pasaba de sus compañeros… sabía que en algún momento la situación explotaría y lo ha hecho ahora.
Con el jugador en Brasil el Barcelona tomará entre hoy y mañana la medida definitiva de apartarle del equipo y del club. Le impondrán una sanción económica que seguramente le deje sin cobrar hasta que se haga efectivo su traspaso al equipo italiano. La decepción en la entidad con Melo y su entorno es mayúscula.
El jugador llegó hace dos veranos desde el Gremio y había muchas esperanzas puestas en él. Parecía, tras un aceptable primero año que iba a ser el faro del Barça durante muchos años, pero este año se ha ido diluyendo como un azucarillo. Ha pasado de ser una prometedora estrella a ser un jugador que no quiere jugar más con el Barça. Realmente un fracaso absoluto que demuestra que muchas veces tomamos decisiones precipitadas a la hora de juzgar a los jugadores: Arthur Melo ni eran tan bueno como jugador ni lo era como persona.