Ronald Koeman ya sabe su futuro: Laporta toma una decisión definitiva

Uno de los primeros asuntos que Joan Laporta debía de resolver era el futuro más inmediato de Ronald Koeman. Porque muchos daban por hecho que no era más que un parche y una solución temporal, no definitiva, y que su etapa en el Barça sería efímera y fugaz. Además, los resultados no acompañaban, después de un comienzo de temporada bastante irregular y mediocre. En cambio, han revertido esa tendencia en las últimas semanas, y de forma significativa.

Parece que el holandés ha dado con la tecla, y los resultados que vienen cosechando son bastante positivos. Ahora mismo, son el equipo más en forma del futbol español, y tienen la posibilidad de ganar un título, la Copa del Rey, en la que se enfrentarán al Athletic Club de Marcelino García Toral, su verdugo en la Supercopa de España. Y en La Liga Santander muchos les colocan como favoritos, viendo los irregulares resultados que está cosechando el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone, y el Real Madrid.

Eso si, todavía es pronto para sacar conclusiones definitivas en el Camp Nou. Aún quedan varios meses por delante, y tienen que jugar el Clásico, y medirse con los colchoneros. Por suerte, no tendrán más distracciones que el campeonato nacional, tras ser eliminados por el Paris Saint-Germain de Mauricio Pochettino en octavos de final de la Champions League. Es decir, que todavía puede pasar de todo, y hay nombres en la recámara, como Erik Ten Hag, del Ajax de Ámsterdam, o Julian Nagelsmann, del RB Leipzig.

Pero lo cierto es que Koeman está más cerca de quedarse que de irse. A Laporta, además, le está convenciendo su manera de gestionar el vestuario y la plantilla, y los minutos que le está dando a las jóvenes promesas. Desde Pep Guardiola, nadie había apostado tanto por La Masía, y eso se puede ver en los minutos que están disfrutando, por ejemplo, Ilaix Moriba u Oscar Mingueza. Y también ha asentado en el once inicial a Anssumane Fati, antes de su lesión.

También juega un papel importante el hecho de que apenas haya dinero, y no puedan pagarle un finiquito.