Samuel Umtiti traspasado. El Barcelona cierra un central a coste 0 por él
Por fin una operación buena de Eric Abidal y Bartomeu
Samuel Umtiti sabía desde el verano pasado que este año para él sería una reválida. Una reválida que, por sus problemas en la rodilla, no ha podido pasar. El francés es, nadie duda de ello, el mejor central del club si está al 100 por 100 de sus condiciones. El problema que tiene el ex del Lyon es que hace mucho tiempo que no alcanza el nivel físico óptimo. La rodilla, los médicos del club ya advirtieron de ello hace 2 años, no le aguanta más de tres partidos consecutivos.
Este año ha jugado 11 partidos de liga y 3 de Champions. Si es cierto que Setién ha mostrado su total confianza en él, pero no puede pretender que el central francés juegue un partido cada dos semanas. El Barça necesita un jugador capacitado para jugar 60 partidos al año y Umtiti, a día de hoy, no puede.
Tiene gran cartel en toda Europa y no será complicado buscarle un nuevo club. Desde la secretaría técnica ya le dan como traspasado. El PSG le quería en abril, hizo llegar propuesta, y José Mourinho le quiere para su Tottenham. Sacar el máximo dinero por él es ahora el reto para Eric Abidal.
El director deportivo tiene ya cerrado al sustituto del internacional por Francia, y lo ha hecho a coste 0. Después de la vuelta de Marc Cucurella confirmada por Don Balón ayer, de nuevo Abidal y Bartomeu realizan una operación que se merece un aplauso.
El jugador elegido es el uruguayo Ronald Araújo. Para los que no sean aficionados del Barcelona será un completo desconocido, para no lo es para los culés. El central juega en el Barcelona B desde la temporada pasada. Ha disputado 42 partidos con el filial blaugrana y se ha erigido, a sus 21 años, como el líder de La Masía.
Este año debutó, le hizo debutar Ernesto Valverde, con una expulsión contra el Sevilla. Ha sido su único partido con el primer equipo, pero Setién le ha hecho entrenar con ellos desde que llegó. Es un jugador con mucha proyección. Su físico ha asombrado a todos y su evolución está siendo imparable.
Bartomeu respira y ve como las arcas pueden sacar beneficio de una operación inesperada. Abidal comienza a jugar sus cartas.