Se acabó la paciencia para Hansi Flick, cruz y raya a este jugador del Barça que siempre llega tarde
Un jugador del Barça pone a prueba la paciencia de Flick antes de un partido clave
Para Hansi Flick, la puntualidad no es negociable. Desde que llegó al Barça, ha dejado claro que quien no respete los horarios no puede esperar un trato especial. “Quien llega tarde, juega menos”, es un mensaje que ha repetido en más de una ocasión dentro del vestuario.
Ya lo han sufrido varios jugadores. Jules Koundé y Raphinha han visto cómo su impuntualidad les costaba minutos en partidos importantes. Flick considera que llegar a tiempo no es solo una cuestión de disciplina, sino de respeto hacia el equipo y hacia el trabajo táctico que se prepara antes de cada encuentro.
Esta filosofía ha sido aplicada con firmeza y sin excepciones. El técnico alemán insiste en reuniones previas a los partidos, charlas tácticas y entrenamientos específicos como momentos clave donde la asistencia puntual es obligatoria. No hay margen de tolerancia, ni siquiera unos pocos minutos.
El último capítulo: Rashford y la decisión drástica
El episodio más reciente tuvo lugar antes del choque contra el Getafe. Marcus Rashford, que iba a ser titular, llegó tarde a la reunión táctica previa al partido. No fueron muchos minutos: apenas dos. Sin embargo, para Flick fue suficiente para tomar una decisión contundente. Según ha informado Carpetas Blaugranas, Rashford pidió disculpas de inmediato a todo el staff. Reconoció su error y mostró su arrepentimiento, pero la decisión del técnico ya estaba tomada. En su lugar, Ferran Torres ocupó la posición de titular.
🚨 Rashford llegó sólo dos minutos tarde a la reunión matutina previa al partido de anoche, es por eso que fue enviado al banquillo.
— FCB PRIME (@fcbisprime) September 22, 2025
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Este gesto demuestra la seriedad con la que Flick maneja el vestuario. No se trata de castigar por castigar, sino de mantener una disciplina que, según él, es vital para el rendimiento colectivo. Su mensaje es claro: el Barça no puede permitirse relajaciones ni favoritismos. La puntualidad es sinónimo de profesionalismo, y quien la incumpla, sufrirá las consecuencias en el campo.
Con este episodio, Flick vuelve a enviar un mensaje fuerte a toda la plantilla: el respeto por los horarios y la disciplina es fundamental. Y para aquellos que piensan que llegar tarde es un detalle menor, el alemán demuestra que en su Barça, cada minuto cuenta. En el Barça de Flick, la puntualidad no se negocia: un minuto de retraso puede cambiar tu partido y tu titularidad.