Se ‘marca un Bale’: la pieza que pone al Real Madrid en problemas

Se ‘marca un Bale’: la pieza que pone al Real Madrid en problemas

Un jugador sigue el ejemplo del galés

Recordado por todos fue el episodio que protagonizó Gareth Bale el verano pasado, con su salida del Real Madrid. Porque no contaba para Zinedine Zidane, igual que este año, y su adiós estuvo prácticamente cerrado, a cambio de 80 millones de euros, rumbo al Jiangsu Suning de China. El jugador, por su parte, llegó a tenerlo absolutamente todo acordado, y solo faltaba que estampara la firma en su nuevo contrato, y pasara la revisión médica.

Sin embargo, cuando Florentino Pérez ya cantaba victoria y se frotaba las manos, todo se desmoronó en el último instante. El internacional galés se lo pensó mejor, y, empujado por su familia, decidió dar calabazas y rechazar la propuesta, a pesar de que, económicamente hablando, era sumamente atractiva. Y, como todos sabemos, permaneció otro curso más en el Santiago Bernabéu, donde todavía está a día de hoy, protagonizando un sinfín de escándalos.

El ‘11’ ha acabado con la paciencia de todos, incluidos, compañeros, afición y cuerpo técnico, y ya no saben que hacer con él. Porque son incontables los episodios de irresponsabilidad, poca profesionalidad y demás que ha protagonizado en los últimos meses. Y lo peor de todo es que ni siquiera ha ofrecido una disculpa pública, ni ha hecho el amago de lavar su imagen. Aunque tampoco ha recibido ningún castigo por ello.

Y, viendo como le han ido las cosas a Bale, hay otro crack de la plantilla del Madrid que parece que seguirá su ejemplo. Porque Mariano Díaz tampoco quiere irse, por más que le empujen a hacer las maletas, y tiene intención de respetar su contrato. Se ha enterado, a través de la prensa, del acuerdo que han cerrado con el Benfica para su traspaso, algo de lo que no tenía ninguna noticia.

El hispano-dominicano se siente muy a gusto en el club de sus amores, y no tiene intención alguna en irse, por más que le obliguen. No cobrará lo mismo que cobra actualmente en ningún otro sitio, y todavía confía en sus posibilidades de hacerse un hueco, no como titular, pero sí como revulsivo.

Tendrán que sudar sangre para conseguir que se vaya.