¡Sergio Ramos se marca un Luis Figo! El bombazo es terrible en Madrid

Victor Font no ha dejado indiferente a nadie con sus declaraciones. Primero, atacando a Josep María Bartomeu, por su pésima gestión como presidente del Barça, dejando al club al borde del colapso. Cree que lo ha destrozado desde dentro, y le culpa de algunas inversiones ruinosas, como, por ejemplo, Antoine Griezmann, al que venderá al mejor postor, si sale elegido en las próximas elecciones. Porque también ha criticado su rendimiento y su adaptación.

En cambio, se ha posicionado del lado de Leo Messi, al que tratará de convencer por todos los medios posibles, para que renueve su contrato, que acaba en junio. Y de eso se encargará Xavi Hernández, que fue su compañero y uno de sus mejores socios sobre el césped y fuera de él durante casi una década. Porque el de Terrassa es una de sus bazas electorales, y espera que sea el nuevo entrenador, sustituyendo a Ronald Koeman, a pesar de los resultados que coseche.

Y ojo, que eso no es todo. Y es que también ha invertido parte de su tiempo en hablar sobre Sergio Ramos, que también es noticia en los últimos días, pues no llega a un acuerdo con Florentino Pérez. En el Real Madrid están muy preocupados, y no es para menos, pues se arriesgan a perder a su gran estrella, al jefe de la zaga y a un futbolista que sigue siendo indiscutible pese a sus 34 años. Además, a coste cero, pues también queda libre en junio.

Y Font, ni corto ni perezoso, ha afirmado que intentarán llevarse al canterano del Sevilla. Así de claro, sin ningún tipo de presión ni problema, lo que ha provocado que las redes se llenen de reacciones. Y, a decir verdad, pocos se lo toman en serio. “Si Xavi me pidiera fichar a Sergio Ramos y fuera viable económicamente, lo ficharía" fueron sus palabras textuales, lo que sería un tremendo golpe sobre la mesa del Barça. Peor las posibilidades son inexistentes.

Muchos toman por loco al candidato a la presidencia culé, pues saben que la prioridad del internacional español es retirarse vestido de blanco.

Jamás jugaría en el eterno rival.