"Es lo que quiero, déjame ir": ¡un titular del Barça dice adiós!

Quiere el peso de un grande y en ‘Can Barça’ no lo va a tener

Cuesta creer lo que cambia la vida de un futbolista de un momento a otro. Tan pronto están en la cresta de la ola, como se estrellan por una caída repentina. De ahí que suela decirse que lo verdaderamente difícil no es llegar, sino mantenerse. Hay infinidad de ejemplos en la historia del fútbol que corroboran esta máxima no escrita.

Una grave lesión es una de las razones que pueden dar al traste con un crecimiento que se creía geométricamente imparable y que muere de triunfo antes de rascar los cielos. Mas aún en los equipos denominados grandes, en los que siempre hay un alguien con nombre, calidad y ganas para ocupar el puesto del lesionado y ganarse la titularidad.

Esto mismo le ocurrió a Samuel Umtiti que, de buenas a primeras y por sus propios méritos, tomó el mando de la defensa culé junto a Gerard Piqué y realizó actuaciones absolutamente soberbias que le valieron no solo la titularidad blaugrana sino el peso de la zaga gala que se haría con el cetro mundial. Un ascenso meteórico.

Samuel Umtiti, con Ernesto Valverde

Tan grande como su descenso que, en parte, vino dado por un remplazo que obró igual que Umtiti: Clément Lenglet. Este año, sin embargo, a priori parten en una situación similar y Umititi bien podría ganarse el puesto en la pretemporada, pero sus fuerzas en este sentido no son las de antes y, lejos de meterse en la pelea, le ha llegado un canto de sirena que está decidido a escuchar.

Viene desde Manchester y tiene a los diablos rojos como vocalistas. Por 50 millones, los red devils ven en Umititi al sustituto a Harry Maguire, que parecía hecho y sigue complicándose. Los ingleses preparan la oferta y el Barça, que lo tasa en 60 kilos, tiene previsto dejarle marchar si el jugador verdaderamente quiere irse. En un principio fueron los vecinos del Manchester City quienes quisieron al jugador, pero la oferta del United viene fuerte, sobre todo porque interesa al central.

Pueden ser las últimas horas como azulgrana de un central al que le quedan muchas páginas de gloria por rellenar.