La estrella del Arsenal por la que suspiraba el Barcelona irá con Cristiano
El jugador entendía a la perfección la filosofía Barça
Fichar a jóvenes talentos es una de las soluciones que los equipos grandes están encontrando para luchar así contra los nuevos ricos. Es una técnica que ha usado Florentino Pérez. De momento con poco éxito, quizás por la falta de paciencia o por las exigencias del Real Madrid. El equipo blanco siempre es favorito a todo y de hecho tiene que ganar la Champions cada año. O al menos eso le exigen sus seguidores. Así no hay casi tiempo para aclimatarse.
El Madrid fichó a Asensio , Brahim, Kovacic ( ya no es jugador del Madrid), Vallejo ( cedido este año ), Ceballos ( también cedido), Vinicius, Rodrygo, Kubo, Odriozola, Militao… La política de fichajes del equipo blanco estos últimos años es clara. Lo único que necesita es paciencia. Cosa que hasta ahora no está teniendo el Real Madrid. De ahí que el 11 lo ocupen casi los mismos jugadores que hace 4 años. El cambio de ciclo del Madrid no se está dando y por eso los jugadores más jóvenes tienen que ir fuera a buscarse las habichuelas.
El Barcelona también se ha apuntado a esta “moda” de fichar joven talento. Todibo, Arthur, Junior Firpo, Dembélé… demuestran que el Barcelona también sabe de las limitaciones del mercado y que tiene que ir a por joven talento para intentar minimizar su coste. Aunque a veces, como Dembélé le salga al Barcelona a precio de oro.
Había puesto sus ojos el Barcelona en Londres. Concretamente en el barrio de Arsenal. No en Héctor Bellerín, que siempre es un futurible del Barcelona pero que después de su grave lesión el equipo culé quiere ver como vuelve antes de dar un posible paso para su fichaje, en este caso era en el joven delantero Sam Greenwood.
Del Arsenal ya fichó el Barça al joven McGuane y quería repetir fórmula. Sin embargo Greenwood ha despertado interés en Italia y tanto Juventus como Milan ya han puesto encima de la mesa una propuesta al joven delantero inglés. El Barcelona sigue con su guerra con Neymar y así es muy difícil centrarse en otras operaciones.