Jürgen Klopp niega su sueño a un grande “¡por ese dinero, imposible!”

Parte del éxito que creó Jürgen Klopp con su Liverpool, es el grupo y la identificación de este con su idea de juego. La intensidad que el alemán pide a sus jugadores sobre el campo es titánica, tanto que lleva a la extenuación física al grupo. Por ello les prepara a conciencia para la temporada, porque quien forme parte de la plantilla redsabe que no vale con tocar bien la pelota, en el Liverpool hay que correr.

Presionando en ataque y defendiendo en bloque, cerrando espacios. Esa máxima es fundamental para un equipo que por momentos ha terminado ganando a rivales teóricamente superiores en calidad pero incapaces de igualar el ritmo impuesto por su Liverpool, que se come todas las áreas del terreno de juego. Tácticamente los de Anfield son como una maquinaria teledirigida que absorbe las virtudes rivales.

¿Y cómo conseguir eso? Desde una comunión de grupo y creando una plantilla amplia. Jürgen Klopp este año ha apostado por la juventud, pero sabe que las temporadas ahora son carreras de muy larga distancia por lo que ha optado por quedarse con algunos futbolistas que aún son válidos para la causa. Más si cabe cuando los clubes interesados en contratarles no ofrecían grandes beneficios a los ingleses.

Este es el caso de Dejan Lovreny el AS Roma. Los romanos querían al central croata de 30 años, pero ofrecieron al Liverpool una cesión, no una venta, que era lo deseado por los dirigentes británicos. Klopp, por su parte, que no contaba en exceso con él, ha cambiado de opinión bloqueando la operación ya que quiere tener amplitud por si se tuerce algo en la planificación. Eso sí, Lovren sabe que por delante están Virgil van Dijk, Joel Matipy las promesas Ki-Jana Hoevery el joven fichaje Sepp van den Berg. Con todo, la experiencia de Lovren vale más para Klopp que una cesión sin oficio.