La primera crisis de James Rodríguez en el Everton: es terrible

James Rodríguez comenzó su andadura por el Everton de una manera inmejorable. Llegó gratis, lo que le quitó la presión de tener que justificar una importante inversión, y se reencontró con Carlo Ancelotti, otra tremenda ventaja. Porque ya conocía a la perfección al entrenador, al que considera un padre futbolístico, y con el que tiene una gran relación. Han trabajado juntos hasta en dos ocasiones en el pasado, en el Real Madrid y en el Bayern de Múnich, y saben los puntos positivos y los negativos.

Y el técnico italiano de nuevo demostró que nadie mejor que él puede sacar el 100% del ex de Banfield, Oporto o AS Mónaco. Le encontró su posición ideal en el campo, y se convirtió en el cerebro del equipo nada más llegar. Sus primeras semanas fueron increíbles, y ofreció un rendimiento bestial, recordando a sus mejores días. Obviamente, mantenerlo iba a ser muy difícil, por no decir imposible, pues estaba siendo el mejor de toda la Premier League.

Pero tampoco se esperaban que tuviera un bajón de manera tan abrupta e inesperada. Comenzó a volver a las andadas, desapareciendo sobre el terreno de juego, y pasando completamente inadvertido. Algo que ya le costó críticas, y mucha gente incluso pedía su suplencia. Y, ahora, ha vuelto a recaer en su mayor pesadilla, que son las lesiones, y le están impidiendo disfrutar de minutos y jugar con continuidad. Y es que apenas ha podido estar disponible.

Se ha perdido un gran número de compromisos, y ya lleva cerca de un mes de baja. Y, casualidad o no, eso ha coincidido con un buen momento en el combinado ‘toffee’, que de nuevo han recuperado la efectividad que exhibieron en las primeras semanas de la temporada. Han cosechado una serie de resultados positivos, que les ha permitido volver a colocarse en la cuarta plaza, lo que les daría acceso a la fase de grupos de la Champions League.

James, pues, deberá de espabilar y mejorar pronto, o su puesto corre un serio peligro. Ya ha coleccionado bastante críticas, pero lo importante es que ‘Carletto’ sigue confiando en él.

Peligro.