El objetivo primordial del Barça les deja tirados y se va a la Premier
Era el central que Valverde quería para sustituir a Samuel Umtiti
Ernesto Valverde está obsesionado con la defensa. Sabe que en ataque el equipo no va a fallar. Con Luis Suárez, Antonie Griezmann y Leo Messi tiene asegurado una gran cantidad de goles. Si algo le sobra a este Barça es pegada. Adolece de juego y de fútbol en las zonas intermedias del campo, pero cuando llega a la zona de finalización es el equipo más temible de Europa. Lo que era el Real Madrid hace no tanto tiempo lo es ahora el Barça.
Pero el problema del equipo es que es capaz de marcar goles con la misma facilidad que los recibe. Si el equipo se desconecta los rivales llegan fácil y tan solo la inspiración de Ter Stegen y el buen trabajo de Gerard Pique evita que el equipo golee más goles. Pero no siempre ellos pueden estar tan acertados.
Valverde quiere un tercer central que le de garantías y opciones de poder jugar partidos importantes. Umtiti sería, de estar en condiciones, el primer central del equipo. Pero su rodilla no da para más y Valverde no puede jugársela. La idea es dejarle marchar, Guardiola está convencido en recuperarle físicamente en Manchester, y en fichar a otro jugador.
Valverde tenía un objetivo, Unai Núñez. Al jugador le conoce bien de su etapa en Bilbao. No llegó a debutar con él, pero sí le veía en el filial del equipo vasco muchos fines de semana. Su fichaje, tiene una cláusula de 30 millones, parecía una apuesta arriesgada debido a la juventud del jugador, pero el Barcelona estaba dispuesto a realizarlo.
El jugador, que ya ha debutado con España, parece que prefiere irse a un equipo que le garantice ser titular. Por eso ha rechazado, de momento, la oferta que tenía del Bayern de Múnich y ha dicho al Athletic que la oferta que más le seduce es la del West Ham. El equipo inglés quiere pagar la cláusula este mismo mes de enero y llevarle a Londres.
Allí sería titular y tendría galones de crack. Compartiría vestuario con Pablo Fornals y sería entrenador por Mauricio Pelligrini. Valverde se ha quedado con la miel en los labios, pero su objeteivo primordial se le ha escapado en sus narices. Toca seguir buscando.