¡Prefiere a José Mourinho! La traición más fea a Guardiola y al Barça

¡Prefiere a José Mourinho! La traición más fea a Guardiola y al Barça

Deja a todos boquiabiertos y sorprendidos

Cesc Fábregas todavía no cuelga las botas, y sigue dando sus últimos toques al balón en las filas del AS Mónaco. Obviamente, ya muy lejos de su mejor versión, a sus 33 años, y cada vez más cerca de la retirada, pero sigue teniendo minutos, y suma siete encuentros en la Ligue 1 esta temporada. Todavía tiene contrato hasta 2022, y se ve con fuerzas para cumplirlo, antes de decir adiós, y marcharse a un destino exótico, o poner fin a su carrera.

Pero el internacional español no es noticia por eso, si no por sus recientes declaraciones. Y es que no ha tenido problema en repasar sus logros, entre los que es incluyen dos Eurocopas, un Mundial, el de Sudáfrica en 2010, dos Premier Leagues o una Liga Santander. Ha hablado de su salida del Barça, donde estuvo en dos etapas, una en futbol base, y otra, en el primer equipo, ya consolidado como estrella mundial, tras su paso por el Arsenal.

Cesc

En el Camp Nou estuvo tres temporadas, antes de regresar a Londres, esta vez, para jugar en el Chelsea. Y coincidió con José Mourinho, que fue quien le convenció para salir, y con el que fue pieza clave, rindiendo a un muy buen nivel. Al luso se ha rendido y ha hablado muy bien de él y sus cualidades, lo que no habrá gustado nada en la ciudad condal. Porque cabe recordar que es uno de los grandes enemigos del club de manera histórica.

"Mourinho fue quien más me inspiró a salir del Barça. Me dijo que nos las habíamos tenido en el campo cuando él estaba en el Chelsea y yo en el Arsenal y luego cuando él entrenaba al Real Madrid y yo estaba en el Barcelona, pero que para él todo terminaba ahí, y me contó su proyecto. Prioricé lo profesional, y hoy en día me sigo escribiendo con él y lo considero un amigo, me ayudó mucho en su momento y puede que con él jugara una de mis mejores temporadas" aseguró.

En cambio, de Pep Guardiola, con el que solo estuvo un curso, no tuvo las mismas palabras, y dijo: “Con Guardiola no hemos vuelto a hablar. Hay cosas que pasaron de las que no tengo por qué hablar. No sé si la decepción es mutua. Era mi ídolo en mi infancia, quizás es la persona de la que he aprendido más, como jugador, como ídolo y después como entrenador y ya está”.

El escándalo está servido.