Se conoce quién inspiró a Bale para cometer sus terribles errores

Se conoce quién inspiró a Bale para cometer sus terribles errores

La revelación ha llegado por parte de un ex compañero del conjunto inglés

Ha sido un ex jugador del club inglés, Bobby Zamora, quien se ha lanzado a contar lo que ocurrió en aquella temporada en la que el jugador inglés coincidió con la estrella francesa Stéphane Dalmat en el Tottenham Hotspur. Aunque fueron tan solo unos meses, (Zamora llegó en verano de 2003, como Dalmat, pero se fue cedido al West Ham en enero de 2004) bastó para que el delantero ya retirado viviese uno de los momentos más extraños de su carrera futbolística.

Todo sucedió en mitad de un duelo que los Spurs disputaban en su antigua casa, White Heart Lane, cuando el que estaba llamado a ser una estrella, Dalmat, (había llegado cedido por el Inter de Milán), abandonó el terreno de juego rumbo a los vestuarios sin comunicar nada a nadie. Era el minuto 5 de la segunda parte y al término del partido nadie del equipo logró verle en las instalaciones.

Tottenham Stadium

No fue hasta horas después cuando se supo que Dalmat había abandonado el campo 40 minutos antes de que este finalizase para poder coger un vuelo a su país natal, Francia, ya que si esperaba hasta el final esto podía suponer perder el avión como consecuencia de los atascos posteriores a la finalización del encuentro.

Aún faltaba mucho para que una futura estrella del Tottenham, Gareth Bale, hiciese algo similar en el Real Madrid durante varios partidos que su equipo disputó en el Santiago Bernabéu. Hoy se ha sabido que su fuente de inspiración surgió del mismo sitio en el que Bale se hizo un nombre como futbolista y en el que juega hoy en día. En el Madrid ese comportamiento de Bale desquició a gran parte de la cúpula directiva y al propio Zidane, que luego tenían que justificar sus ausencias con excusas inverosímiles para no tener que abrir expediente y crear un problema mayor.

Las últimas semanas están siendo verdaderamente buenas para Gareth, pero ya se sabe que el díscolo jugador zurdo no tardará en volver a hacer de las suyas y que sus inspiradores no son nunca precisamente los que uno querría tener como referentes. Dalmat, otro juguete roto a comienzos de siglo, fue uno de ellos.