Si sonríe él, ¡lo hacemos todos!. Este campeón del mundo, a la Premier
Varios equipos de la liga inglesa han fijado sus ojos en este crack alemán
Le quería el Real Madrid. Le quería el FC Barcelona. Le quería la Juventus. Le quería el Manchester City. En resumen, le quería media Europa, y ahora le queremos todos. Mario Gotze es uno de esos enigmas que nos ha dejado el fútbol. A sus 28 años, el West Ham ha hecho una importante oferta al jugador para hacerse con sus servicios.
Tras varios años en el dique seco por un trastorno en su metabolismo, hace dos temporadas recaló de nuevo en las filas del Dortmund, pero sin apenas participación. Por desgracia para el fútbol moderno, no es el mismo Gotze que maravilló al mundo hace siete años cuando fichó por el Bayern de Múnich.

En esta segunda oportunidad que le está brindando este deporte, el West Ham United confía en recuperar o, al menos, acercar al jugador a su mejor versión. Tras marcar el gol en la final del Mundial de 2014 que sirvió para coronar como vencedora a Alemania, Gotze ha vivido un verdadero calvario apartado de los terrenos de juego.
Sin equipo desde hace tres meses, quizá el bueno de Mario tenga su última oportunidad para encontrar la mejor versión de sí mismo. Una versión que, a pinceladas, se ha ido perdiendo durante el último lustro. En el Estadio Olímpico de Londres tendrá la oportunidad de conocer otra liga -pues siempre ha jugado en la alemana- y, de paso, percibir otro tipo de fútbol mucho más físico.

A las órdenes de David Moyes tendrá que hacerse un hueco en el equipo si quiere volver a sentirse el jugador que era. Los caprichos de la vida nos privaron de conocer qué hubiera sido de Mario Gotze de no ser por esa maldita enfermedad que le empezó a deteriorar futbolísticamente. Muchos apostaron por él como ganador del Balón de Oro pero, primero su marcha al Bayern -donde no le fue nada bien- y después la enfermedad le privaron de la posibilidad de lograr con tal vanagloriado trofeo.
Ahora tiene una nueva oportunidad para demostrar que aún tiene mucho fútbol en sus botas y, por qué no, ganarse de nuevo la atención de los mejores clubes de Europa.