Vuelco de 125 M al caso Bellingham: Klopp y Ancelotti se quedan solos

A veces no se puede competir por todo y una vez el Chelsea se ha asegurado tener la temporada que viene en sus filas a Christopher Nkunku, que dejará el RB Leipzig para fichar por el equipo de Todd Boehly y Graham Potter en junio, ahora los blues deben reforzar esas posiciones que pueden o van a quedarse huérfanas al final de esta campaña, siendo la construcción de la medular importante, sí, pero sobre todo en su fase inicial, la de contención.

Dicho de otra forma, afirman varios medios de comunicación en Inglaterra, entre ellos Metro, que si bien al Chelsea le interesa mucho Jude Bellingham, también les interesa y además lo necesitan en mayor medida, Declan Rice, compañero titular del futbolista del Borussia Dortmund en la Inglaterra de Gareth Southgate en la Copa del Mundo. Y este asunto, traducido para los otros dos grandes competidores por Bellingham, como son Liverpool y Real Madrid, es una melodía de seducción para los oídos de Jürgen Klopp y Carlo Ancelotti.

Con respecto al equipo de Stamford Bridge hay que reconocer que la posible y más que probable salida de N’Golo Kanté -que se niega a negociar su renovación y acaba contrato, luego se irá gratis en junio- y la opción de que Jorginho corra el mismo destino, hacen que el club de la capital inglesa se postule, quizá junto al Manchester United, que prefiere luchar por João Félix, como el gran pretendiente del jugador del West Ham, el cual ya ha manifestado su deseo de salir de los hammers al término de presente curso. O lo que es lo mismo: los blues necesitan un pivote defensivo y para ellos Rice es el mejor.

Por último, pero no menos importante, este ataque frontal del Chelsea, que habla de 150 millones de euros pero que podría cerrarse por 125, deja sin opciones a los londinenses en la pelea por Bellingham en el mercado de fichajes veraniegoo, que ya mira abiertamente a Anfield o el Santiago Bernabéu. 

Evidentemente ni una operación ni la otra están cerradas y aún puede haber cambios en ambas, sobre todo por imposibilidad de llegar a acuerdos con los clubs vendedores -en este caso West Ham y Dortmund- pero lo que sí parece claro es que los dos centrocampistas de Inglaterra en Qatar no jugarán juntos la próxima temporada, no al menos en el Chelsea. Eso sería demasiado.