Bellingham es de los que más le está ayudando con los problemas que está viviendo fuera del Real Madrid
El internacional inglés ha sido un gran apoyo después de un año muy complicado en el Madrid

Desde que llegó al Real Madrid Jude Bellingham no ha sido el foco de atención por sus declaraciones a la prensa. Precisamente, el internacional con Inglaterra ha sido muy comedido y no ha levantado la voz desde que aterrizó la pasada campaña al club merengue. Fue uno de los grandes fichajes del Real Madrid. Una de las apuestas de Ancelotti. Y colmó una primera temporada estratosférica.
A pesar de que esta temporada su rendimiento está siendo más irregular, el peso en el juego del equipo es trascendental. Ha sido titular indiscutible, aunque sus imprecisiones en los pases y falta de contundencia en su llegada de segunda línea lo han dejado tocado. También por el hecho de haber quedado un año en blanco. Y también por una marcha que le duele en el alma al futbolista inglés.
Bellingham, afectad por la marcha de Ancelotti
La llegada de Mbappé ha eclipsado al internacional inglés. Mbappé ha sido el jugador más importante del Madrid esta temporada y ha eclipsado las otras estrellas, como Vinícius o el propio Bellingham. De hecho, la temporada pasada del inglés fue increíble porque tenía mucha facilidad y libertad para llegar al área y rematar, algo que esta campaña se ha mostrado impreciso en muchos pases y no ha tenido la pegada de la pasada temporada.
A pesar de ello, el técnico italiano lo ha tenido presente en sus esquemas. Jude ha sido un indiscutible de Ancelotti y su buena relación ha sido una constante durante estas dos temporadas. Ahora, con la salida de Ancelotti a la selección brasileña, Bellingham se ve huérfano a expensas de que el nuevo entrenador le pueda dar la oportunidad de volver a su mejor versión. La que exhibió en su primera temporada vestido de blanco.
Los conflictos dentro del vestuario
Para colmo, este año Bellingham también ha vivido reyertas importantes dentro del vestuario. La más sonada fue la que protagonizó en un entrenamiento en Semana Santa con el central teutón Antonio Rüdiger. Desde entonces ambos futbolistas no se dirigen la palabra. Y este hecho tampoco ha sido fácil de sobrellevar por el centrocampista del Madrid, que espera que con la llegada de Xabi Alonso todas las aguas vuelvan a su cauce.