El faraón que podría jugar con Cristiano es un crack y ¡no es Salah!

Habemus resurrección en Italia. En este caso, una resurrección deportiva a cargo del extremo Stephan El Shaarawy. El habilísimo futbolista está muy cerca de regresar al fútbol de élite de la mano de la Juventus de Cristiano Ronaldo.

El jugador trasalpino ha disputado un anticompetitivo año en las filas del Shanghai Shenhua de la Superliga China. Aunque ha firmado buenos números, un jugador con su talento no debería desperdiciar los años que le restan de carrera en una competición de mucha menor categoría.

Con la llegada de este mercado de fichajes, equipos tan punteros como la Juventus de Turín o la Roma están muy interesados en recuperarle del ostracismo futbolístico en el que ha estado inmerso la última temporada. La Seria A quiere acogerle de nuevo tras una inesperada marcha el año pasado al fútbol asiático. En una liga que ya conoce de sobra por sus continuos movimientos entre Milán y la propia Roma, El Shaarawy está dispuesto a recuperar el tiempo perdido en Europa. Varias son las razones que han estimulado este cambio de planes. Por su parte, la Juventus necesita reforzar el ataque tras la marcha de Higuaín y las posibles salidas de Douglas Costa y Federico Bernardeschi. Por otro lado, Paulo Fonseca, entrenador de los romanos, quiere vestir de nuevo al jugador de granate tras la inesperada lesión de Nicolo Zaniolo, que le tendrá apartado de los terrenos de juego seis meses como mínimo.

Aunque el italiano siente un cariño especial por el club que le dio la oportunidad de saltar a la élite, no quiere perder la oportunidad de jugar con jugadores de la talla de Cristiano Ronaldo o Paulo Dybala. Además, consciente de que sus aspiraciones en Roma son menores, desea volver al fútbol europeo de la mano de un club a que aspire a lograr la Champions League.

Aún con 27 años, El Shaarawy aún no ha dicho su última palabra a veinte días de que finalice el mercado de fichajes. A pesar de las apariencias, se trata de una incorporación de gran calibre ya que el italiano alberga talento a raudales en sus piernas y, aunque el último año ha estado compitiendo en una liga de menor nivel, tiene la experiencia suficiente en encuentros de gran exigencia para no arrugarse en los momentos decisivos. El precio de su traspaso se aproxima a los 30 millones de euros, una cifra que tantos Juventus como Roma están dispuestos a abonar por contraer sus servicios.