La portería del Chelsea está que arde, Abramovich vende a Kepa

La portería del Chelsea está que arde, Abramovich vende a Kepa

El máximo dirigente del club inglés está decidido a cambiar a los guardametas

Qué difícil es acertar con un buen portero, y más difícil aún si eres el Chelsea, que parece un pozo sin fondo para la suerte de los guardametas, pero Abramovich está harto de esta situación y va a dar un golpe encima de la mesa y remover los cimientos del fútbol italiano, porque ha decidido que va a fichar a Gianluigi Donnarumma, el portero del AC Milan, cueste lo que cueste y, además, tanto Kepa como Mendy saldrán del club. Así de radical es como se ha mostrado el máximo dirigente del Chelsea.

Kepa

La llegada de Donnarumma es casi segura, ya que finaliza contrato este verano y, por tanto, llegará libre al club que más le pague, y en eso el magnate ruso no tiene ningún problema, lo complicado es dar salida tanto al portero español como al senegalés. En el caso de Mendy porque tiene contrato hasta 2025, pero no acaba de hacerse con la titularidad y no logra despejar las dudas de su entrenador. El caso de Kepa es más grave, ya que se trata de uno de los fichajes más caros que ha pagado el club inglés, fueron 80 millones de euros que se han ido devaluando con el paso de los partidos. Actualmente Kepa Arrizabalaga está tasado en solo 15 kilos.

Pero el Chelsea está dispuesto a perder ese dinero, no quiere que las cosas continúen como hasta ahora, por lo que va a ofrecer al portero vasco tanto al AC Milan como a la Juventus de Turín, que, si bien aún tiene a Buffon para la próxima temporada, necesita cubrir el puesto cuanto antes, ya que el portero italiano cumplirá 44 años en la campaña 21/22. El equipo que tiene más interés en Arrizabalaga también son los turineses, que verían con muy buenos ojos hacerse con un guardameta que encaja perfectamente en el fútbol italiano y en un club como la Veccia Signora, que tiene una idiosincrasia propia. Por su parte el exjugador del Athletic de Bilbao estaría de acuerdo con un cambio, tanto de equipo como de país, porque no se acaba de acostumbrar al clima del Reino Unido.