A Letizia la llamaban la mellada porque le faltaba un diente, se hizo una colecta para pagarle un nuevo

Hasta que trabajó Letizia no se pudo pagar la reparación

A Letizia la llamaban la mellada porque le faltaba un diente, se hizo una colecta para pagarle un nuevo

Letizia siempre la hemos visto como una mujer absolutamente impoluta. A veces intenta ser tan perfecta que deja cualquier ápice de naturalidad. Eso de ser Reina de España ha hecho que se obsesione con no tener ni mostrar al mundo ningún tipo de defecto. En lo protocolario sí que falla, pero eso le da igual, a ella lo que le importa es lo que captan las cámaras y de lo que se acaba hablando, de su apariencia física. Quiere y necesita verse guapa al día siguiente en televisión. Todo debe estar en su lugar para que ella aparezca, como siempre, despampanante. Algo que no siempre fue así.

A diferencia de otros miembros de la Casa Real, Letizia no nació para ser monarca. Ella venía de una familia humilde, el dinero nunca sobró y sus apellidos no tenían nada de especial. Su familia era como la que podemos tener cualquiera de nosotros y nosotras. Y como todo el mundo, tenía sus defectos. Todos los tenemos, menos cuando se es Reina de España, ahí desaparecen, por lo visto. Por suerte, los que han compartido el pasado de Letizia nos dejan auténticas joyas recordando ese pasado humilde del que tanto reniega Doña Letizia.

Letizia

Letizia la mellada de España

Tal y como se revela en el blog de una excompañera de clase de Letizia, cuyo nombre, por su bien, permanece en el anonimato, la Reina de España no era la chica más querida de su generación. De hecho, sus compañeros temblaban cuando la veían. No era raro que metiera puñaladas traperas al primero que se le cruzara. Lo que la llevó a ser detestada por lo general. Además, como no podía ser de otra forma, acumulaba burlas a sus espaldas.

Todo, por algo que puede pasar en cualquier colegio, un defecto físico muy evidente a la vista. Le faltaba un diente y cuando se reía, que solía hacerlo con la boca muy abierta, se veía un hueco que durante años permaneció así, sin nada. Eso hizo que se ganara el apodo de la mellada, que se propusiera hacer una colecta para pagarle un diente. Colecta en la que se sumaron la friolera de 0 euros, cabe destacar.

Así pues, no fue hasta que Letizia trabajó en la CNN, que pudo reparar un desperfecto que la estuvo persiguiendo durante años y le regaló un gran apodo: Letizia, la mellada.