Carlos III necesita hacer las paces con Harry, porque se muere

La salud de Carlos III no ha mejorado

Carlos III necesita hacer las paces con Harry, porque se muere

La salud del rey Carlos III se desmorona mientras el reloj de su vida marca los compases de una cuenta atrás implacable. Aquejado por un cáncer que no remite, el monarca británico ha tomado una de las decisiones más difíciles —y más humanas— de su reinado: tender la mano a su hijo menor, el príncipe Harry, después de años de dolor, distancia y reproches cruzados.

Y es que en los pasillos de Buckingham ya nadie disimula la gravedad del momento. Las últimas revisiones médicas no han traído buenas noticias y, aunque el entorno mantiene una calma forzada, Carlos sabe que el tiempo ya no juega a su favor. En privado, el soberano habría reconocido a sus asesores más cercanos que no quiere dejar este mundo sin haber abrazado de nuevo a Harry, sin haberle dicho todo lo que se quedó atrapado en el silencio de estos años de ruptura.

Carloa III

Un reencuentro, mejor de lo esperado

De este modo, se activó un encuentro tan secreto como decisivo entre emisarios del rey y representantes del duque de Sussex. Tuvo lugar en la Royal Over-Seas League, lejos de cámaras, micrófonos y de la presión de los tabloides británicos. Allí se sentaron, copa en mano, el jefe de comunicación de Carlos III, Tobyn Andreae, y el equipo de Harry, encabezado por Meredith Maines y Liam Maguire, para abrir un canal que llevaba años clausurado.

La realidad es que la conversación fluyó con más calidez de la esperada. No hubo condiciones, ni reproches, ni exigencias formales. Solo dos mundos enfrentados buscando un punto de conexión. Y eso, en la Casa Windsor, ya es todo un hito. Según recoge The Mail on Sunday, fue el primer paso real hacia una tregua: "Por fin ha llegado el momento de que ambas partes dialoguen", filtraron fuentes próximas a Palacio.

Y es que el contexto lo cambia todo. La enfermedad del rey lo ha hecho más frágil, pero también más sabio. Le ha recordado que hay batallas que no se ganan con orgullo, sino con perdón. Que las últimas páginas de una vida no deben escribirse con rencor. Quienes lo conocen aseguran que su mayor temor no es morir, sino morir con la familia rota, sin ver a Harry y Guillermo reconciliados, sin ver a sus nietos crecer sin rencores.

Así pues, mientras la salud de Carlos III se deteriora lentamente, algo se está moviendo entre los muros de la realeza británica. Y quizás, solo quizás, todavía hay tiempo para el abrazo que lo cambie todo.