Compañeros de Leonor en San Javier cuentan la animadversión que siente por la reina Sofía

Lo que cuentan sus compañeros sobre la relación de Leonor con uno de los miembros más conocidos de la familia real

Compañeros de Leonor en San Javier cuentan la animadversión que siente por la reina Sofía

La princesa Leonor mantiene una relación peculiar con sus abuelos. Según algunos allegados y compañeros del colegio en San Javier, la heredera no mantiene contacto habitual con el rey emérito, Juan Carlos I. Incluso Letizia, su madre, le habría transmitido ciertas recomendaciones para mantener cierta distancia, evitando tensiones innecesarias dentro de la familia. Este distanciamiento no es un tema nuevo, pero sí algo que quienes la rodean han observado con cierta constancia.

Aunque Leonor se muestra cercana y cordial con otros miembros de la familia, la relación con su abuelo y, según cuentan, con la reina Sofía, es mucho más fría. Los compañeros del centro educativo aseguran que, a diferencia de lo que ocurre con otros nietos, con la reina emérita no hay “feeling”: la relación se percibe como distante, casi marcada por la indiferencia. No se trata solo de momentos puntuales, sino de una sensación generalizada que quienes la conocen han podido notar durante los años de convivencia escolar y actos familiares.

Leonor

La falta de conexión con la reina Sofía

Los testimonios de sus compañeros de San Javier son claros: con la reina Sofía, Leonor no parece sentirse cómoda. Según estas fuentes, la princesa no solo evita interacciones prolongadas, sino que mantiene una actitud reservada y distante frente a la monarca. No hay gestos de cercanía espontáneos ni muestras de afecto, como sí ocurre con otros abuelos o familiares.

Se habla de una especie de animadversión velada, que no llega a expresarse en palabras pero que se percibe en gestos, miradas y la actitud general de Leonor. Los estudiantes coinciden en que la heredera no la “traga”, en términos coloquiales: existe indiferencia absoluta y una clara falta de química entre ambas. Este distanciamiento familiar contrasta con la imagen pública que se suele proyectar de la familia real, mostrando que, detrás de las sonrisas protocolarias, existen vínculos mucho más complejos y, a veces, tensos.

En definitiva, la princesa mantiene con la reina Sofía una relación marcada por la distancia y la frialdad, lo que hace que sus interacciones sean prácticamente formales. Los compañeros de Leonor en San Javier lo confirman: no hay acercamiento, no hay complicidad, y la indiferencia reina en estos encuentros familiares.