Compañeros de San Javier explican que Leonor desapareció de los ejercicios con los boinas negras
El exigente entrenamiento deja momentos inesperados entre los alumnos de la Academia
Los alumnos de la Academia General del Aire de San Javier han vivido en los últimos días una de las pruebas más exigentes de toda su formación: el ejercicio DEVAS. Este entrenamiento, centrado en las técnicas SERE, Supervivencia, Evasión, Resistencia y Extracción, está diseñado para llevar a los futuros oficiales al límite y comprobar cómo reaccionan cuando se enfrentan a un entorno hostil sin apoyo inmediato.
Durante varias jornadas, los alféreces caminaron kilómetros, se ocultaron entre la maleza, practicaron maniobras de evasión y se sometieron a simulaciones de captura. El cansancio físico se mezcla con la presión psicológica, ya que cada decisión debe tomarse en cuestión de segundos. Se trata de un adiestramiento realista, duro y meticuloso, pensado para desarrollar reflejos rápidos, capacidad de análisis y una disciplina férrea.
En este contexto, la presencia de la Princesa Leonor no pasó desapercibida. Según cuentan sus compañeros, la heredera participó codo con codo en todas las actividades, sin recibir trato distinto. Sin embargo, hubo un momento del ejercicio que llamó la atención de varios de ellos: la repentina “desaparición” de Leonor cuando comenzaron las prácticas con los boinas negras, un episodio que muchos interpretaron como parte de la propia dinámica del adiestramiento.

El papel del EZAPAC y la integración de la Princesa
El ejercicio contó con la participación del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC), más conocidos como los boinas negras del Ejército del Aire. Su función fue crear escenarios aún más desafiantes, acercando la experiencia a situaciones reales de operaciones especiales. La intensidad subió de nivel: tácticas de rastreo, simulaciones CSAR y maniobras de extracción en helicóptero con apoyo del Ala 49.
Fue durante estas fases cuando algunos compañeros aseguraron que dejaron de ver a la Princesa durante un tiempo. Lejos de tratarse de un misterio, los instructores explicaron después que estas “desapariciones” son habituales en los ejercicios SERE, ya que se divide a los alumnos en equipos o se les asignan misiones específicas sin avisar al resto. La finalidad es mantener la incertidumbre y reforzar la capacidad de adaptación.
Leonor, que sigue completando su tercer y último curso en San Javier antes de elegir especialización, continúa así un proceso formativo exigente. Su gran reto a corto plazo será perfeccionar su manejo en simuladores y, más adelante, en los aviones de instrucción Pilatus PC-21. De momento, quienes entrenan con ella destacan que se esfuerza, se integra y asume las mismas pruebas que todos, incluso aquellas en las que parece “desaparecer” por unos minutos como parte del aprendizaje.