El comandante de San Javier colecciona amonestaciones a Leonor por indisciplina

La disciplina en San Javier se pone a prueba con la llegada de la heredera

El comandante de San Javier colecciona amonestaciones a Leonor por indisciplina

La Escuela del Aire de San Javier vive días poco comunes. La llegada de la princesa Leonor, futura heredera al trono, generó gran expectación entre instructores y compañeros. Sin embargo, la admiración inicial se ha visto empañada por problemas de disciplina. En poco más de un mes, la joven ha acumulado varias amonestaciones.

Leonor empezó su último año de formación militar el 1 de septiembre. Tras su paso por el ejército de tierra en Zaragoza y el barco escuela Juan Sebastián Elcano, afronta ahora el reto del aire. A sus 20 años, debe lograr las tres condecoraciones de los ejércitos para completar su preparación y, algún día, sustituir a su padre.

Aunque comparte entrenamientos y clases con los cadetes de cuarto curso, su nivel real no es igual al de sus compañeros. La formación se ha adaptado a sus necesidades, con exigencias físicas y académicas ajustadas. Hasta ahí, todo parece razonable. Pero los problemas surgen cuando Leonor sobrepasa los límites. Llega tarde con frecuencia y, junto a su grupo de amigos, parece intocable. No participa con regularidad en pruebas físicas y, en ocasiones, se salta instrucciones y evaluaciones. Según los instructores, es de las peores del curso en el apartado físico.

Leonor

Privilegios, normas y tensiones

Según informan algunos instructores, la princesa ha hecho un uso indebido del teléfono móvil durante las clases, lo que motivó advertencias formales. También ha incumplido normas de descanso, saliendo con compañeros hasta altas horas de la noche. Los instructores recuerdan que, pese a su condición de futura jefa de Estado, debe respetar las reglas. Las amonestaciones no buscan castigar, sino enseñar que la disciplina es fundamental en la formación militar.

No obstante, su posición privilegiada complica la aplicación de los mismos estándares que al resto. Por mucho que reciba advertencias, su nota no se ve afectada; las incidencias quedan solo registradas en su expediente como anécdotas. La intención es mostrar que, incluso en San Javier, nadie está por encima de la norma.

Entre los cadetes, las opiniones son mixtas. Algunos critican los privilegios y adaptaciones, que generan tensión. Otros entienden que la princesa cumpla los mínimos y reconocen que, a pesar de todo, sigue avanzando en su formación. La situación deja claro que, aunque Leonor sea heredera al trono, la disciplina y las reglas siguen siendo la base de la Escuela del Aire.