Irene Urdangarin y Juan Urquijo, repudiados, han cancelado los billetes y el coche de alquiler

Irene Urdangarin ha vivido un año complicado. Su primer curso en la Universidad de Oxford no salió como esperaban en la Zarzuela. La hija menor de la infanta Cristina y de Iñaki Urdangarin no logró rendir al nivel que se esperaba, pese a la inversión de 40.000 euros que hizo Juan Carlos I para su formación. Este verano, Irene soñaba con un descanso merecido para recuperar energías y prepararse mejor para su segundo año. Quería pasar tiempo con su familia y, sobre todo, con su novio, Juan Urquijo, a quien extrañó mucho durante su estancia en Inglaterra.

Sin embargo, la realidad fue distinta. Las normas internas de la Casa Real, especialmente las marcadas por la reina Letizia, han cerrado puertas para Irene. El Palacio de Marivent, tradicional refugio estival de los Borbón, no está abierto para ella ni para su pareja. Según fuentes cercanas, Irene y Juan ya tenían todo listo: billetes comprados y coche de alquiler reservado para moverse por Mallorca con libertad. Pero esta posibilidad se esfumó. Letizia ha dejado claro que no quiere “perfiles problemáticos” en Marivent, y los Urdangarin, junto con los Marichalar, están fuera de esa lista de invitados. La pareja, lamentablemente, ha tenido que cancelar sus planes.

La reina Sofía y Letizia, unidas en la exclusión

Lo que sorprende es que la reina Sofía comparte esta postura con Letizia, algo poco común. Ambas coinciden en que Marivent debe ser un lugar reservado únicamente para los miembros oficiales de la Casa Real. No hay espacio para parejas de invitados ni para quienes puedan generar polémica. Esta decisión marca una línea clara y firme dentro del círculo real.

Así, Irene Urdangarin y Juan Urquijo han visto cómo sus ilusiones de pasar un verano en familia se desvanecen por completo. La cancelación de vuelos y coche de alquiler confirma que, por ahora, no están bienvenidos en Marivent. Este gesto evidencia la distancia que las relaciones dentro de la familia real han tomado con ciertos miembros y sus parejas.

Mientras tanto, Irene tendrá que buscar otro refugio este verano y centrarse en su objetivo principal: mejorar su rendimiento académico y afrontar con más fuerza el próximo curso en Oxford. Su historia refleja que, a veces, los lazos familiares no siempre son suficientes para romper barreras dentro de los muros de la Casa Real.