Juan Carlos I utiliza a Iñaki Urdangarin para ir contra su hijo y avisa a Letizia

Un regreso público cargado de mensajes ocultos que reabre tensiones internas en la Familia Real

Juan Carlos I utiliza a Iñaki Urdangarin para ir contra su hijo y avisa a Letizia

Iñaki Urdangarin ha vuelto a hablar después de años de silencio medido al milímetro. Su entrevista “sin filtros”, grabada junto al periodista Jordi Basté y emitida en La 2, no solo rescata al hombre que fue aplastado por el escándalo y la prisión, sino que también introduce una sombra política y familiar que alcanza incluso a Abu Dabi. Urdangarin se muestra vulnerable, reflexivo y sorprendentemente directo. Confiesa que casi ha olvidado lo que es hablar “como persona”, algo que ha generado un terremoto mediático evidente.

Detrás de este regreso público podría haber, según distintas fuentes próximas a la Familia Real, un engranaje cuidadosamente diseñado desde la distancia. No es un secreto que Juan Carlos I mantiene desde su exilio una relación estrecha con el exduque de Palma. Una relación que, según varios testigos, no solo es cordial, sino dependiente: Urdangarin no daría un paso sin el beneplácito del Emérito. Ese apoyo, presuntamente canalizado mediante su actividad de coaching en el extranjero, habría servido para sostenerlo económicamente tras su salida de prisión.

La aparición de Urdangarin en televisión, combinada con el rumor creciente de que prepara unas memorias, ha encendido todas las alarmas. Muchos lo interpretan como un mensaje indirecto hacia Felipe VI y, en especial, hacia la reina Letizia. Si el Emérito busca presionar o incomodar a su hijo, recuperar a Urdangarin como aliado silencioso podría ser su jugada más inesperada en años.

Iñaki Urdangarin

La reinvención de Iñaki y un aviso que apunta al núcleo de la Familia Real

Tras obtener su libertad definitiva en 2024, Urdangarin había optado por un perfil discreto: vida tranquila en Vitoria, relación asentada con Ainhoa Armentia y un proyecto profesional centrado en el coaching bajo la marca Bevolutive. Su propósito declarado es simple: rehacer su vida y convertirse en un asesor respetado en el ámbito deportivo y empresarial. Sin embargo, su silenciosa proximidad a Juan Carlos I otorga a su reinvención un matiz político inevitable.

La reconciliación con el Emérito llegó tras el complicado divorcio de la infanta Cristina. Urdangarin consiguió ciertas garantías, entre ellas apoyo económico y la promesa de un camino laboral viable. A cambio, el acuerdo evitó conflictos públicos que pudieran afectar a la institución.

Hoy, su figura vuelve al primer plano en un momento especialmente sensible para la Casa Real. Su entrevista no solo muestra a un hombre que quiere empezar de nuevo. También expone un mensaje implícito: Juan Carlos I todavía mueve piezas. Y Felipe VI y Letizia lo saben.