La infanta Cristina cuenta a su hermano que papá sufre un trastorno que está acabando con su vida
Los miedos de Juan Carlos I le están dejando sin pegar ojo

El estado de salud de Juan Carlos I es cada vez peor. El emérito recibió, días atrás, la peor noticia posible por parte de su equipo médico. Y es que, las pruebas que realizó unas semanas atrás, en Ginebra, no han dado unos resultados especialmente optimistas. Más bien todo lo contrario. Salvo sorpresa monumental, no se espera que Juan Carlos I pueda dejar la silla de ruedas en lo que le queda de vida. Estas malas noticias han supuesto un golpe muy duro en el estado de ánimo del padre de Felipe VI que siente que los efectos de edad están comenzando a ser insalvables.
Esta situación ha generado gran preocupación en las personas más cercanas al emérito. La infanta Cristina y Elena ya saben que su padre no volverá a andar y difícilmente podrá vivir sin dolor en sus piernas y en la cadera. Además, más allá de los evidente problemas físicos que arrastra Juan Carlos I, a nivel psicológico tampoco se encuentra especialmente bien.
Tanto es así que, tal y como aseguran fuentes cercanas a Zarzuela, la infanta Cristina ya ha trasladado a su hermano, Felipe VI que su padre ha comenzado a desarrollar unos importantes problemas psicológicos. Pues, además de estar muy bajo de ánimo, también está teniendo serios problemas para conciliar el sueño. Los que lo cuidan aseguran que Juan Carlos I se despierta varias veces en la madrugada empapado en sudor y con ataques de pánico.
El emérito ya no puede vivir en Abu Dabi
A pesar de que cuenta con todas las comodidades habidas y por haber, la realidad es que Juan Carlos I ya no es feliz en Abu Dabi. El emérito siente que se le está acabando el tiempo de vida y tiene un miedo irrefrenable a acabar muriendo solo y lejos de España, la tierra que tanto ha amado. Esta situación le provoca auténticas pesadillas que no dejan que el emérito duerma a gusto por las noches. Lo que lo ha llevado a requerir de pastillas para que lo ayuden a conciliar el sueño.
Así pues, el miedo a morir solo y abandonado en Abu Dabi se ha apoderado de Juan Carlos I, que ha dejado de poder dormir tranquilamente. Un problema que preocupa seriamente a los médicos, ya que el descanso es parte fundamental de la poca recuperación que pueda hacer el emérito.