La infanta Cristina fue aislada cuando la familia confirmó que estaba enganchado a las drogas
Juan Carlos I prohibió a su hija seguir con el famoso deportista

En Zarzuela nunca han sido ajenos a las personas con las que se han relacionado sus miembros. En este sentido, a pesar de que de puertas hacia fuera siempre dio la sensación de que los eméritos daban libertad a sus tres hijos para poder buscar el amor allá donde fueran, la realidad es que no fueron pocas las veces en las que Juan Carlos I usó los servicios del CNI para conocer las intimidades de las personas con las que tenían relación, Elena, Cristina y Felipe. Unas investigaciones que, habitualmente llevaban a la intervención por parte del emérito.
En este sentido, donde más trabajo tuvieron los servicios de inteligencia españoles, fue con la infanta Cristina. La segunda hija de Juan Carlos y Sofía nunca demostró tener una gran puntería a la hora de enamorarse de personas sanas o íntegras. Y es que, antes de enamorarse y casarse con Iñaki Urdangarin, Cristina estaba comenzando a caer en los encantos del que fuera jugador de waterpolo, Jesús Rollán, una de las figuras deportivas más importantes del siglo pasado para España y que estuvo muy cerca de tener un romance con la infanta Cristina. Sin embargo, la intervención de Juan Carlos I fue clave para evitarlo.
La mala vida de Rollán asustaba en Zarzuela
La realidad es que el hecho de que Cristina estuviera con un gran deportista nunca fue visto como un problema en Casa Real, donde, como pasó con Urdangarin, aceptaban a los grandes atletas. Sin embargo, lo que no gustó nada al emérito, fueron las malas costumbres de Jesús Rollán. El portero de waterpolo era una de las grandes figuras deportivas de la época, lo que junto al poder de seducción del deportista enamoró por completo a Cristina.
Sin embargo, como ya es habitual, en Zarzuela investigaron a fondo la vida privada de Jesús Rollán y encontraron que estaba lejos de ser una persona óptima para la infanta Cristina. Los problemas con las drogas, en especial la cocaína, suponían un riesgo para la integridad de la Casa Real y, por orden directa de Juan Carlos I, prohibieron que Cristina tuviera algún tipo de romance con Rollán, lo que desembocó en una simple amistad entre ambos.
Así pues, fue gracias a la intervención directa de Juan Carlos I, que la infanta Cristina se acabó alejando de Jesús Rollán que, por culpa de sus malos hábitos de vida acabó viendo como la hija del emérito, se acabó distanciando de él, para acabar casada con Iñaki Urdangarin, otro deportista de dudosas costumbres.