La infanta Cristina no quiere volver a la familia

Un distanciamiento que refleja heridas abiertas en la familia real

La infanta Cristina no quiere volver a la familia

La infanta Cristina ha dejado claro que no tiene intención de volver a integrarse en la vida pública ni familiar tal como era antes. Tras años de enfrentamientos, polémicas y distanciamientos, Cristina parece haber cerrado una etapa. Su vínculo con la familia real está roto, y su decisión está muy marcada por la situación de su padre, el rey Juan Carlos, quien sigue fuera de España.

Para la infanta Cristina, la vuelta a una dinámica familiar donde su padre está ausente no tiene sentido. La infanta vive en un espacio más privado, alejada del protagonismo y los actos oficiales. Esta distancia no solo es física, sino también emocional. La sensación de no ser bienvenida o valorada dentro del círculo real ha sido una constante. Y mientras el rey emérito no regrese, ella tampoco ve razones para cambiar su postura.

La sombra del exilio y el silencio de la familia

El destino de Cristina está muy ligado al del rey Juan Carlos. Él fue el primero en tomar la decisión de apartarse, buscando refugio fuera del país tras las controversias que afectaron su reputación. Esa situación ha dejado a la infanta en una especie de limbo familiar. Se siente una proscrita, alguien que ha sido apartada sin mucha explicación ni diálogo.

Juan Carlos I

Mientras el exilio de Juan Carlos se prolonga, Cristina se mantiene firme en su alejamiento. No es solo un distanciamiento voluntario, sino una reacción ante un ambiente que percibe como hostil y cerrado. La familia real ha cambiado, y con ella, la manera en que cada miembro se relaciona con los demás. La infanta prefiere evitar enfrentamientos y mantener su vida lejos de las luces y sombras de palacio.

Este silencio, esta ausencia de diálogo, ha marcado profundamente su presente. Cristina no quiere regresar a un entorno donde siente que ni su voz ni la de su padre tienen espacio. Así, la familia real sigue fragmentada, y el regreso del rey Juan Carlos se ve como la única llave para recomponer esos lazos rotos. Hasta entonces, la infanta Cristina seguirá su propio camino, con la mirada puesta en la distancia.