La infanta Elena es quien ha contado a su hermano el preocupante estado de salud de su padre

Los problemas de Juan Carlos I van mucho más allá de lo físico

La infanta Elena es quien ha contado a su hermano el preocupante estado de salud de su padre

Hace tiempo que en Zarzuela son conscientes de que el estado de salud de Juan Carlos I va de mal en peor. El emérito sigue siendo incapaz de responder a ningún tratamiento dedicado a recuperar la movilidad en su pierna izquierda. Lo que ha acabado provocando que el emérito viva postrado en una silla de ruedas, generando una situación muy complicada para Don Juan Carlos, que si algo no puede soportar es el hecho de no poder valerse por sí mismo y de sentirse un monarca derrotado por la enfermedad y por todo.

Esta realidad ha hecho que los médicos encargados de velar por el bien del que fuera Rey de España hayan detectado un notable bajón en el estado anímico de Juan Carlos I. De hecho, ya le ha trasladado a la infanta Elena que esta situación ya es absolutamente insostenible para una persona de la edad de Juan Carlos I.

Según hemos podido saber, Elena ha estado hablando mucho con su padre, que le ha trasladado que se siente muy abatido por culpa de su pésimo estado físico y, en especial, por el hecho de tener que seguir viviendo en Abu Dabi. Se siente solo y abandonado por los suyos y necesita volver a España para sentir el cariño de su gente y para sentir la seguridad de que si muere, lo acabará haciendo en su tierra.

Juan Carlos

Juan Carlos I sufre pesadillas por su muerte

Tal y como le habría contado Elena a Felipe VI, Juan Carlos I apenas puede dormir por las noches. El propio emérito ha contado a su hija mayor que no es nada raro que se despierte empapado en sudor y temblando por culpa de las terribles pesadillas que sufre por culpa de los pensamientos intrusivos sobre su muerte. Y es que viendo su edad y su delicado estad de salud, Juan Carlos I cree que le queda poco tiempo de vida y no quiere pasar estos últimos momentos tan lejos de casa.

Así pues, gracias a la infanta Elena, Felipe VI ya está enterado de la realidad que vive su padre. Y es que, por culpa de un notable bajón anímico, Juan Carlos I ha dejado de tener una vida de calidad para comenzar a malvivir y a sufrir de forma considerable.