La infanta Elena ofrece más dinero par detener la traición
Los escoltas de Juan Carlos I piden volver a vivir en España
Pronto ya van a ser cinco años desde que Juan Carlos I fue obligado a mudarse hasta Abu Dabi por culpa de la gran cantidad de escándalos que había protagonizado por culpa de sus problemas con las amantes y con la Hacienda de España. Generando así, una situación absolutamente insostenible para el bien de la Casa Real española, obligando a Felipe VI a enviar a su padre a vivir a varios miles de kilómetros de España. Sin embargo, la realidad es que no fue solo Juan Carlos I el que se tuvo que mudar a Abu Dabi, que hay todo un grupo de escoltas que tuvo que dejar a su familia para acompañar al emérito.
En un principio, el plan de acompañar a Don Juan Carlos a Abu Dabi parecía un negocio redondo. Tal y como aseguran fuentes cercanas a Zarzuela, los escoltas iban a contar con residencia con todos los gastos pagados en la ciudad de Abu Dabi junto a un sueldo de más de 3.000 euros. Unas condiciones espectaculares, que no han sido suficiente para mantener contentos a todos esos escoltas que llevan casi cinco años sin estar en España.
La infanta Elena se queda sin escoltas para su padre
La realidad es que a la infanta Elena le está resultando muy complicado el poder convencer al equipo de escoltas de Juan Carlos I, de seguir con él. Y es que, a pesar de que lo tienen todo a su plena disposición, los escoltas necesitan volver a España para volver a convivir con su familia durante un buen tiempo. Lo que dejaría al emérito sin sus mejores acompañantes.
Ante esta situación, Elena está tratando de ofrecer más dinero a los escoltas seleccionados para que sigan al lado de Don Juan Carlos. Una oferta que no parece que vaya a satisfacer completamente a los profesionales, que si quieren volver a España no es por una cuestión de dinero.
Así pues, como le está pasando a Juan Carlos I, después de casi cinco años lejos de su tierra, los escoltas del emérito han comenzado a echar mucho de menos su vida en España. Y es que, por muchos lujos que tengan en Abu Dabi, nada se puede comparar al calor de un hogar y de la familia,