Leonor acumula decenas de amonestaciones de la escolta por indisciplina

La heredera al trono desafía la disciplina militar y pone a prueba la paciencia de su escolta

Leonor acumula decenas de amonestaciones de la escolta por indisciplina

Desde el primer día que Leonor de Borbón pisó una academia militar, los ojos estuvieron sobre ella. Y no por sus méritos. Su incorporación se presentó como un compromiso con la Corona, pero la realidad es otra. La princesa ha acumulado advertencias y amonestaciones por actitudes que muchos consideran rebeldes. Según fuentes militares, hace lo que quiere cuando quiere, y eso ha generado cansancio entre su escolta y superiores.

Durante su estancia en Zaragoza, los problemas comenzaron a notarse: llegadas tarde, bajo rendimiento físico y cierta distancia frente a las exigencias del entrenamiento. Las advertencias informales se multiplicaron, aunque nunca se formalizó un expediente disciplinario. Su traslado a la Escuela Naval de Marín parecía una oportunidad para corregir la conducta, pero no fue así. En el crucero de instrucción a bordo del Juan Sebastián de Elcano, varios oficiales observaron su escaso entusiasmo por las rutinas físicas. Las amonestaciones verbales se hicieron frecuentes, con el objetivo de reconducir lo que describen como una actitud “acomodada”.

Leonor

Preocupación por su compromiso y la imagen de la Corona

El problema no está en su capacidad, sino en la actitud, señalan quienes trabajan cerca de ella. Mientras otros cadetes se esfuerzan diariamente, Leonor dedica más tiempo a actividades protocolares o académicas. El sacrificio físico y la disciplina, pilares en la formación militar, parecen pasar a un segundo plano.

Algunos oficiales se preguntan si esta ruta formativa es la adecuada para la heredera. La institución le concede cierto margen por su estatus, pero eso no elimina las dudas internas. Su falta de vocación militar preocupa, sobre todo por la imagen que proyecta la Corona.

El próximo 1 de septiembre llegará a la Academia General del Aire y del Espacio en San Javier. Allí comenzará el tramo final de su formación militar. Su historial la precede, y aunque el plan de estudios estará adaptado a su posición, las preguntas sobre su compromiso siguen. Muchos observan si, finalmente, la futura reina podrá cumplir con las exigencias de disciplina y esfuerzo físico que marcarán su paso por las Fuerzas Armadas, o si su actitud seguirá generando amonestaciones y recelos entre quienes deben protegerla y entrenarla.