Leonor desata la ira de padres y madres de alumnos de la Escuela Naval de Marín
Prohibiciones para todos, menos para una: la indignación crece en Marín.
La princesa Leonor ha iniciado su formación en la prestigiosa Escuela Naval de Marín con una polémica que ya la coloca en el ojo del huracán. Aunque se unió a sus compañeros de manera discreta y algo tardía, su presencia no ha tardado en desatar comentarios y descontento. Padres y madres de alumnos no han tardado en alzar la voz, acusando a la institución de otorgarle privilegios que contradicen las estrictas normas impuestas al resto del alumnado.
Leonor, que el año pasado completó dos cursos en uno durante su paso por la Academia General Militar de Zaragoza, ahora cursa junto a estudiantes de tercer año. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la Escuela Naval por mantener un trato equitativo, parece que las reglas se han flexibilizado significativamente desde su llegada. La gota que colmó el vaso fue su reciente viaje a Madrid para celebrar el cumpleaños de la reina Letizia, algo que ha indignado profundamente a las familias del resto de los cadetes.
Una norma rota: Leonor abandona Pontevedra sin causa mayor
En la Escuela Naval de Marín, las reglas son claras: nadie puede abandonar la provincia de Pontevedra durante el curso, salvo por razones de fuerza mayor. Sin embargo, Leonor se trasladó a Madrid el pasado 15 de septiembre para participar en una celebración privada en honor al 52 cumpleaños de su madre, la reina Letizia. Según fuentes cercanas, los reyes organizaron una reunión familiar en Zarzuela, y la princesa no dudó en asistir.
Este privilegio ha encendido las alarmas entre los padres y madres de los demás alumnos, quienes consideran que esta excepción no solo contradice las normas, sino que sienta un precedente injusto. Los padres, claramente molestos, han comentado que sus hijos también tienen celebraciones familiares importantes, pero no se les permite salir de Marín. Además, se ha señalado que esta no sería la primera ocasión en que Leonor deja Pontevedra, ya que supuestamente recibe permisos los fines de semana con más frecuencia de la que sus compañeros podrían imaginar.
Privilegios reales: ¿una formación a medida para Leonor?
Pero las críticas no terminan ahí. Desde su llegada, se han implementado cambios en las normativas internas de la escuela, como la obligatoriedad de dejar los teléfonos móviles en las habitaciones. Aunque esta medida fue presentada como una forma de proteger la privacidad de la futura reina, ha sido interpretada por muchos como una incomodidad impuesta a los demás cadetes. Las sospechas de que la hija de Felipe VI podría tener acceso a su móvil mientras otros no lo hacen han acrecentado la percepción de desigualdad.
Además, padres y alumnos han comenzado a cuestionar la exigencia académica de la formación que recibe la heredera al trono. Se rumorea que cuenta con tutores personalizados y que su programa está "adaptado" a sus necesidades, lo que levanta sospechas de que podría estar recibiendo un trato mucho más favorable que el resto de los estudiantes.
La presencia de la princesa Leonor en la Escuela Naval de Marín, que inicialmente generó orgullo en la institución, ahora se está convirtiendo en una fuente de conflicto. Las tensiones entre las familias de los alumnos y las posibles concesiones especiales a la princesa han ensombrecido su paso por Marín. La pregunta ahora es si Leonor será capaz de ganarse el respeto de sus compañeros y las familias, o si estos episodios seguirán alimentando las críticas que amenazan con opacar su formación como futura monarca.