Los hijos de Iñaki Urdangarin han prohibido a su padre que hable mal de Juan Carlos I

Tensión familiar y secretos que podrían cambiarlo todo

Los hijos de Iñaki Urdangarin han prohibido a su padre que hable mal de Juan Carlos I

Iñaki Urdangarin vuelve a ser noticia. Esta vez, por una entrevista en la que promociona su nuevo negocio: una marca de coaching para empresas. Parece que ha dejado atrás el silencio impuesto tras su divorcio con la infanta Cristina. Sin embargo, no todos en su entorno están contentos con su nueva actitud. Iñaki asegura que vive con una modesta prestación de 900 euros, pero quienes le rodean ven una vida muy distinta. Escapadas de lujo, cenas en restaurantes con estrellas Michelin y botellas de champagne que cuestan más que un sueldo medio. La vida que lleva no encaja con lo que él dice.

Dicen que en prisión empezó a preparar su “venganza”. Sabía que se divorciaría de Cristina y planeaba pedir dinero a cambio de lo que sabe. Después de más de veinte años cerca de la familia Borbón, conoce muchos secretos. Algunos creen que podría incluso poner en jaque a la corona con sus revelaciones.

Iñaki Urdangarin

Los hijos y la familia, preocupados por el exduque

La preocupación no viene solo de fuera. Los hijos de Urdangarin han tomado cartas en el asunto. Ellos apoyaron a su padre en su momento, deseando que Juan Carlos I cumpliera su promesa de garantizarle estabilidad. Pero ahora han dado un paso más firme. Le han pedido expresamente que no hable mal ni publique nada que pueda dañar a la familia real.

Hay rumores sobre un libro de memorias que Iñaki habría escrito, con detalles de su vida, su paso por prisión y la familia Borbón. Se dice que la editorial ya estaría interesada, y la publicación estaba prevista para pronto. Sin embargo, su familia y amigos dicen que el Iñaki que conocen ya no es el mismo. Desde la cárcel, se ha vuelto “muy extraño”.

Aunque algunos creen que el libro no dañaría realmente a la corona, sino que sería parte de su proyecto personal y de venta, sus hijos insisten en evitar cualquier conflicto. Quieren proteger la imagen de la familia real y también cuidar a su padre. La petición es clara: no hacer daño a Juan Carlos I ni a nadie de los Borbón.