Oficiales de Leonor en San Javier aseguran que tiene miedo a volar
La princesa afronta su instrucción militar con firmeza pese a un temor que sorprende a sus instructores
Los días están siendo especialmente exigentes para la princesa Leonor en la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier. Aunque la Casa Real ha insistido desde el primer día en que sería “una alumna más”, lo cierto es que su presencia despierta interés dentro y fuera de los muros de la academia. Allí, la futura Reina de España vive una rutina estricta, repleta de clases tácticas, maniobras de reconocimiento y entrenamientos diseñados para simular situaciones reales de combate.
En este contexto, algunos oficiales que conviven a diario con ella reconocen que Leonor muestra un punto débil que sorprende a muchos: su respeto y miedo al momento de volar. No es pánico, matizan, pero sí una tensión evidente cada vez que toca subirse al helicóptero, especialmente durante las prácticas más complejas. Aun así, destacan que afronta esta dificultad con una actitud ejemplar, consciente de que deberá dominar el pilotaje en su camino hacia el mando supremo de las Fuerzas Armadas.
Durante el ejercicio DEVAS, una de las pruebas más duras de la formación militar, ha tenido que enfrentarse no solo a técnicas de supervivencia y resistencia, sino también a maniobras aéreas a bordo del Sikorsky S-76, el modelo con el que se entrena. Y aunque el vértigo inicial está ahí, sus instructores aseguran que se mantiene firme, concentrada y dispuesta a mejorar.
Ejercicio DEVAS 25/26
— Ejército del Aire y del Espacio (@EjercitoAire) November 28, 2025
Tres días intensos para los alumnos de la AGA:
Supervivencia, evasión y extracción en escenarios hostiles.
Con apoyo del EZAPAC y Ala 49, integraron mando, CSAR y tácticas SOF en un entrenamiento realista que eleva su preparación al siguiente nivel. pic.twitter.com/aAC1KsrVG7
Integración total y compromiso pese a los temores
Las imágenes difundidas por el Ejército del Aire en sus redes sociales muestran a una alférez alumna plenamente integrada, tomando apuntes durante las charlas tácticas, analizando mapas topográficos y participando sin privilegios en cada actividad. Sus compañeros la ven cercana, disciplinada y con un notable afán de superación, incluso cuando toca afrontar aquello que más le cuesta: alzar el vuelo sin que los nervios aparezcan.
Los entrenamientos recientes han incluido simulaciones de rescate, extracción y evasión, así como trabajo conjunto con unidades especializadas como el EZAPAC y el Ala 49. Son prácticas difíciles incluso para los cadetes más veteranos, pero la heredera las encara con serenidad, siguiendo los pasos de su padre y de su abuelo.
Fuera de la academia, la presión no es menor. Leonor continúa ganando peso en la agenda institucional y vive momentos emotivos junto a su familia, como los recientes actos del 50º aniversario de la Monarquía. Aun así, mantiene el foco en su instrucción. Porque, miedo o no, su compromiso con la formación militar está fuera de duda, y quienes la acompañan cada día lo confirman: la princesa avanza, aprende y supera cada reto, incluso aquellos que la ponen más a prueba.