Oficiales de San Javier explican a sus familias que Leonor come a la carta

Pequeños detalles de la rutina de la joven en San Javier

Oficiales de San Javier explican a sus familias que Leonor come a la carta

Leonor ha estado unos meses en San Javier, cumpliendo con su etapa de formación. Los que conviven con ella dicen que es una joven reservada, pero con carácter. Algunos compañeros comentan que se ducha mucho y que, en ocasiones, no acude a clases. Aun así, sigue cumpliendo con su presencia en el centro y mostrando interés en continuar.

A pesar de las rutinas estrictas de San Javier, Leonor parece mantener cierta independencia. Su actitud refleja que quiere aprovechar el tiempo allí, aunque sus hábitos llamen la atención. Para muchos, su manera de actuar combina la disciplina del entorno militar con la comodidad propia de quien creció bajo un entorno muy cuidado. Quienes la rodean aseguran que, pese a todo, mantiene la ilusión de aprender y adaptarse a la vida del centro.

La comida a la carta

Una de las curiosidades más comentadas entre los oficiales es que Leonor tiene un menú especial. Al parecer, es la única en todo el centro que come “a la carta”. No es simplemente una preferencia: se trata de una orden directa de Letizia. Cada comida se adapta a lo que le han indicado desde Zarzuela, algo que no es común en la vida diaria de los cadetes.

Leonor

Los oficiales han tenido que explicar a sus familias esta situación. Algunos lo ven como un gesto excepcional, otros como un símbolo de la atención que recibe por su posición. La joven princesa Leonor tiene un régimen que otros no tienen, pero no parece que esto afecte su comportamiento dentro del centro. Sigue participando en las actividades y manteniendo cierta normalidad en su día a día, aunque con privilegios que todos notan.

Esta combinación de disciplina militar y cuidados especiales ha generado comentarios y curiosidad. Mientras unos se concentran en sus estudios y entrenamientos, Leonor navega entre la rutina de San Javier y los detalles personalizados que le llegan desde casa. Para muchos, es un ejemplo de cómo la vida pública y privada de la familia real se cruzan incluso en lugares donde prima la igualdad y la disciplina. A pesar de estos cuidados especiales, quienes la conocen dicen que Leonor intenta adaptarse y mantener su propio ritmo dentro del centro.