Por culpa de sus adicciones, Charlene de Mónaco ya no puede hacer vida normal, “mi cuerpo no lo permite”
Los problemas con los fármacos han pasado seria factura a la Princesa de Mónaco
La vida de Charlene de Mónaco ha dado un vuelco completo a lo largo de los últimos años. La actual Princesa monegasca pasó de tener una vida sana y llena de actividad física como nadadora profesional, a vivir una vida sedentaria, marcada por las adicciones a los ansiolíticos y somníferos, provocada por los problemas mentales, derivados de un matrimonio completamente fallido con Alberto de Mónaco. Un cambio absoluto en su forma de vivir que, a sus 46 años, ha llevado a Charlene a estar muy limitada en todo aquello que hace en su día a día.
Y es que, como ya han desvelado fuentes cercanas a la Casa Real de Mónaco, la vida de Charlene ha venido especialmente marcada por sus problemas de adicciones a los fármacos, los cuales le sirvieron para sobrellevar todo el estrés provocado por su matrimonio y su posición de Princesa de Mónaco. Sin embargo, la vida de la sudafricana ya no es la de una persona habitual de 46 años, pues, lejos de poder hacer la actividad física a la que estaba acostumbrada, su cuerpo ya no le permite hacer según qué cosas.
Charlene está muy mermada físicamente
Tal ha sido el impacto de su adicción a los fármacos, que Charlene de Mónaco, que fue durante muchos años, una gran deportista, ha visto como su cuerpo ya no le da para más. En este sentido, lejos de poder hacer deporte y tener una vida activa, ahora necesita llevar un día a día mucho más sedentario. Así lo aseguró la propia Princesa monegasca en declaraciones a la revista francesa Gala: “Mi cuerpo ya no me lo permite. Mi espíritu y corazón sí. Pero mi cuerpo dice no”.
Unas palabras que confirman lo que ya muchos se venía temiendo. Y es que, al fin y al cabo, tantos años de abuso de fármacos, tienen un efecto devastador en el cuerpo. Un efecto que ha acabado provocando que una deportista de élite como lo era Charlene, ahora no sea capaz de hacer ni una mínima parte de lo que hacía en su etapa de juventud. Unos problemas que van mucho más allá del envejecimiento natural.
Nueva vida, mismos problemas
Si bien es cierto que, como os contamos, Charlene de Mónaco ha comenzado una nueva vida junto a un oligarca ruso, lejos de Alberto II, la Princesa de Mónaco sigue sufriendo sus ya habituales problemas de adicción a los fármacos, los cuales han atormentado durante muchos años a una Charlene que ya siente las secuelas físicas de su adicción.