El sueño de Ferrari se convierte en una pesadilla para Hamilton
Una llegada llena de ilusión que, trece carreras después, deja más preguntas que respuestas
Cuando Lewis Hamilton fue recibido como una estrella en Maranello a comienzos de 2025, muchos creyeron estar presenciando el inicio de una nueva era gloriosa. El siete veces campeón del mundo llegaba con la misión de devolver a Ferrari al trono de la Fórmula 1. Pero la realidad ha sido muy distinta.
Trece carreras después, Hamilton sigue sin subirse al podio. Ni una sola vez. Es un dato demoledor para quien fue, durante años, sinónimo de éxito. Su mejor resultado ha sido tres cuartos puestos. Ni siquiera su triunfo en el Sprint de China ha logrado apagar las alarmas. En las estadísticas oficiales, ese resultado ni cuenta.
Lo más preocupante es que Hamilton ya vive la peor racha sin podios de toda su carrera en la F1. Si se suman las últimas dos carreras de 2024, son 15 Grandes Premios sin celebrar con champán. Algo impensado hace apenas un año. Su compañero de equipo, Charles Leclerc, ya ha subido cinco veces al podio este 2025. Las comparaciones duelen.
#F1 | Lewis Hamilton has a new Performance Engineer at Ferrari, Luca Diella, who joined Ferrari this year after 5 years at Mercedes HPP.
— deni (@fiagirly) July 28, 2025
Diella is replacing Riccardo Corte and will work alongside Hamilton’s race engineer Riccardo Adami. pic.twitter.com/dw4HRK3UWI
Un arranque que ya es historia… para mal
Este inicio con Ferrari no solo está siendo frustrante, también está entrando en los libros de historia. Pero no como a Hamilton le gustaría. Solo dos pilotos tuvieron un arranque más largo sin podios con la Scuderia: Didier Pironi (18 carreras) e Ivan Capelli (14). Si no logra meterse en el podio en Hungría, una pista donde ha ganado ocho veces, igualará a Capelli. Un registro que nadie quiere alcanzar.
La decepción no está solo en los números. También en las sensaciones. Ferrari parece no encontrar la forma de darle a Hamilton un coche competitivo. Y el británico, por su parte, no ha terminado de adaptarse al estilo del monoplaza italiano.
Con el parón veraniego a la vuelta de la esquina, el equipo necesita respuestas. Y Hamilton, sobre todo, necesita una señal de que este proyecto aún puede funcionar. Porque lo que comenzó como un sueño, hoy se parece más a una pesadilla silenciosa. ¿Será Hungría el punto de inflexión? ¿O seguirá el campeón atrapado en un laberinto rojo del que no puede salir?