Aclamado durante años en Audi, ahora dice adiós para siempre, no volverá

La exigente normativa europea de emisiones tiene la culpa

Aclamado durante años en Audi, ahora dice adiós para siempre, no volverá

¿Qué tienen en común el Audi RS3, el Audi RS Q3, el Audi TT y una de las ediciones especiales del Cupra Formentor? No, la respuesta no es que los fabrica el Grupo Volkswagen, aunque sería completamente cierto. La coincidencia verdaderamente clave entre todos estos modelos de altas prestaciones está debajo del capó y es el motor: el cinco cilindros de gasolina TFSI de Audi. La marca de Ingolstadt va a dar una mala noticia a todos los que aún disfrutan con los coches de gasolina y va a dejar de fabricar este singular y reconocido motor.

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Peculiar arquitectura

Este muy capaz 2.5 en el que los cinco cilindros se disponen en línea puede llegar a desarrollar en torno a 400 CV, dispone de inyección directa y alcanza, cuando se monta en un RS3, los 100 km/h en 3,6 segundos. En su día, lo desarrolló la antigua quattro GmbH, división de la marca alemana hoy llamada Audi Sport. El adiós de este propulsor lo ha confirmado la propia Audi en el Salón del Automóvil de Munich.

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Las razones

La culpa de esta despedida la tiene la normativa de emisiones Euro 7, que penaliza a los motores de este tipo. De momento, y hasta noviembre de 2026, se podrán fabricar coches con este propulsor, pero la decisión está tomada. Los Q3 y Q3 Sportback que utilizaban este propulsor ya no están en el catálogo de la marca.

¿Con qué piensan equipar en Audi a los modelos de altas prestaciones? Seguramente, con algún motor MHEV. Sea como fuere, Audi hace que algo cambie en el segmento de los deportivos. Todos aquellos para quienes el consumo nunca ha sido un problema van a tener en muy breve tiempo una opción menos. Sea como fuere, quien quiera disfrutar de las sensaciones que procura circular al volante de un coche equipado con este multipremiado motor, va a tener dentro de muy poco una sola opción: recurrir al mercado de segunda mano. La demanda, aunque en Audi no sepan verlo, está asegurada. ¿Merece la pena que alguien en Bruselas empiece a replantearse ciertas normativas? Quién sabe.