Claves del órdago de Florentino: Dudas y falta de comunicación y argumentos

Claves del órdago de Florentino: Dudas y falta de comunicación y argumentos

Ha sido una de las comparecencias más extrañas del presidente del Real Madrid

Florentino Pérez afrontó la que ha sido, seguramente, una de las comparecencias de prensa más complicadas en todos sus años como presidente del Real Madrid. Echar a Carlo Ancelotti supone tomar una decisión polémica, que va en contra de lo que sienten y desean una gran cantidad de socios y aficionados blancos, sin mencionar a varios futbolistas de la plantilla merengue y a otros tantos periodistas y profesionales especializados que, si bien no cuentan ni deben contar para nada en la toma de decisiones de la entidad, sí pueden ayudar a reflejar un sentir generalizado de la situación. Pérez adopta una medida drástica, impopular y peligrosa para su integridad profesional como máximo mandatario blanco, pues prácticamente nunca antes había estado tan expuesto a la crítica externa como ahora. Intentamos analizar los detalles que pueden extraerse de su intervención ante la prensa.

 

Intenta justificar públicamente el cese lo menos posible y afirma no saber ciertos detalles. Tras anunciar el despido del técnico, el presidente tuvo que afrontar las preguntas de los periodistas. No permitió demasiadas pero, además, trató de dar las menores explicaciones posibles cuando se le cuestionó por los motivos de fondo de la decisión. "Queremos dar un nuevo impulso para ganar nuevos títulos y alcanzar nuestro máximo nivel competitivo", fue su primera justificación. Preguntado por "lo que le falta a Ancelotti para que no pueda dar ese impulso necesario", Florentino fue tan textual como clarividente: "No lo sé, pero después de dos años la exigencia es de tal naturaleza que queremos dar un impulso nuevo". ¿No lo sabe? Una respuesta opaca que genera dudas de cara al socio que le escucha y que quiere justo eso... respuestas.

 

Reconoce que no ha habido diálogo con los jugadores, aunque no 'contraataca'. A Florentino le preguntaron tanto si había comunicado la decisión a la plantilla antes de comparecer, como su opinión sobre las manifestaciones de apoyo a Ancelotti por parte de muchos, entre ellos Cristiano. Demostró no querer levantar polvareda de ninguna clase con una de sus respuestas. "No sólo no me molestan, sino que me parecen correctas". Sin embargo, dejó en evidencia qué tipo de relación existe a día de hoy dentro del club con otra de sus frases: "No le he comunicado la decisión a los jugadores antes". Por tanto, no se cuenta con el sentir de la plantilla en estos casos. Una decisión de junta, de pocas personas. Los más críticos dirán que sólo de una.

 

La actitud, sorprendente. Si bien es cierto que se trata de una apreciación con un marcado carácter subjetivo, no fueron pocas las apreciaciones por parte de la prensa y de algunos aficionados consultados por este medio del tono de voz y la imagen ofrecida por Florentino Pérez. Siempre destacándose como un presidente enérgico, directo y nada dubitativo, ésta vez estuvo seco, flojo de palabra, balbuceando en algunas ocasiones y visiblemente nervioso. El hecho de "no saber" responder a algunas de las preguntas es un detalle revelador en este aspecto. Cosas que llevan a plantearse que, por supuesto no ha sido una decisión fácil, pero tampoco firme en el sentido de que no se ha tomado de forma totalmente convencida.

 

Consciente de que es impopular. Siguiendo con esta línea, la conclusión en forma de pregunta es, ¿por qué Florentino toma la decisión de cesar al técnico en contra de lo que opina una parte importante y seguramente mayoritaria de la afición y sus propios jugadores? Realmente es algo que no ha querido o sabido explicar. El mandatario se arriesga mucho, ya que queda expuesto al escarnio público desde hoy y cualquier fracaso futuro le dejará señalado, algo que no le había sucedido antes como presidente salvo en una ocasión, en la que tuvo que dimitir. La jugada es de órdago.