El Madrid fulmina al agujero negro de la Supercopa: adiós tras 10 años

El Madrid fulmina al agujero negro de la Supercopa: adiós tras 10 años

La necesaria renovación en la derecha, lo señala y no viene de esta temporada

Durante los primeros 45 minutos de la Supercopa de España, el Real Madrid, a un ritmo parsimonioso -el habitual desde que regresara el equipo del Mundial de Qatar- se dejó dominar por un Barça que tampoco exigía en exceso a los de Carlo Ancelotti ni, por ende, los segundos a los de Xavi Hernández, sin embargo apareció el agujero negro de una primera mitad para olvidar de los merengues. Eso y que el Barça tiene más hambre que los blancos. Por su banda, la derecha, llegaron los dos primeros goles culés, y no es que ayer estuviera en la foto, es que lleva estándolo desde hace más de dos temporadas. Y lo peor no es eso para los de Chamartín: ahí si que no hay alternativa esta temporada.

Barça

Venimos contando un asunto que clama al cielo y que ayer dinamitó el Clásico supercopero: Dani Carvajal no está bien, no lo está desde hace mucho tiempo y ayer fue decisivo… para mal. Dirán, tampoco el resto, salvo, algo, Militao (por cierto, como en la primera semifinal ante el Valencia) Toni Kroos y Thibaut Courtois, pero es que lo del lateral -ya sea porque se sabe imprescindible o porque el Madrid, por calidad y plantilla, solía salvarse pese a su caída en prestaciones- fue demoledor… para mal.

En el primer tanto del Barcelona, el error en la salida de pelota es de Rüdiger, que también está en un nivel paupérrimo, sí, pero el carrilero, lento, llegó tarde a cubrir a su par, Gavi, que fusiló a Courtois. El segundo es consecuencia de esa falta de chispa que aceha a Carvajal desde hace varias temporadas: llega tarde a cerrar en un balón al que no debe ir y deja campo abierto de nuevo a Gavi para que de el pase de la muerte a Lewandowski. Con eso y poco más, el Barça, un ben conjunto ensanchado por un rival muy pobre, ya tenía el título en el bolsillo.

Focalizando en la figura del madrileño, no es la primera ni la segunda… ni la quinta mala actuación de un Carvajal que hace varias temporadas estuvo entre los mejores en su puesto. Ya no lo está, de hecho, está muy lejos de aportar seguridad y profundidad a su equipo. Y, además, su nivel físico es preocupante, así como su resistencia a las lesiones, en un umbral muy bajo.

Una alternativa de primer nivel

Por ello, apuntan fuentes cercanas al club de Concha Espina, se pretende, más allá de Endrick o Bellingham (si es fichado), lanzar un ataque al mercado de fichajes por ese costado, para que quien llegue al Bernabéu no solo comprometa la titularidad de Carvajal, sino que la elimine. Hablamos de un jugador de primer nivel para esa posición, lo que supondrá -dada la locura del fútbol moderno- una ingente inversión y, por tanto, una operación de cara a la poca estival. Hay otra opción, mirar a la cantera, pero ya sabemos que eso con Ancelotti es poco menos que pensar en un imposible. Esta urgencia en el lateral derecho despertada en el campeón de Europa es totalmente entendible: posiblemente sea, si no hay lesiones de por medio, la mayor laguna de la plantilla en estos momentos: el titular está muy mal y los suplentes no sirven a la causa.

Carvajal