Flick, mano de hierro, se queda fuera del Clásico a pesar de ser de lo mejor del Barça
Una decisión que deja entrever que el estado físico y la exigencia del momento pesan más que el nombre
Marc Bernal era uno de los jóvenes más destacados del FC Barcelona y marcaba como parte fundamental del proyecto a futuro. Pero Flick ha decidido dejarlo fuera frente al Real Madrid. El motivo: “el problema es grave”, según el club, y el técnico alemán considera que no está listo para un compromiso tan exigente.
Tras una lesión de rodilla que lo mantuvo alejado del ritmo completo de competición, el jugador apenas ha participado de forma puntual esta temporada —solo 21 minutos hasta ahora— lo que ha generado dudas sobre su capacidad para asumir responsabilidades de primer nivel. Flick ha sido claro: no se trata de desconfianza en su calidad, sino de prudencia ante un jugador que aún “no está al cien por cien”.
El talento no bastó: Flick endurece su criterio
En un Clásico donde cada mínimo error se magnifica y el ritmo es frenético, Flick ha optado por experiencia y estado físico frente al potencial aún por concretar de Bernal. La decisión, entendida como “mano de hierro”, envía un mensaje interno: nadie está salvo, y el presente manda más que el futuro.

La ausencia de Bernal del once para uno de los partidos más importantes del curso significa que Flick apostará por hombres ya consolidados y preparados para el choque sin margen de error. Al dejar fuera a un joven talento por motivos físicos o de forma, el técnico refuerza la idea de que el Barça debe competir con garantías.
Las consecuencias tácticas y la exigencia del momento
Dentro del vestuario ha calado la idea de que la recuperación no solo es superar la lesión, sino demostrar estar preparado para todos los aspectos: físico, mental y táctico. Flick recordó que “entrenar bien no es suficiente; hay que demostrarlo en velocidad, agresividad ofensiva y solidez defensiva” para enfrentar al Real Madrid.

Para Marc Bernal, no obstante, tampoco es el fin del camino. El club le dará tiempo para reintegrarse progresivamente. Pero lo cierto es que su exclusión para el Clásico marca un antes y un después: o demuestra estar listo para los 90 minutos de máxima exigencia, o seguirá siendo alternativa desde el banquillo. El Barça necesita respuestas ya, y Flick no está dispuesto a esperar más.