Joan Laporta debe decidir si lo regala porque no lo quiere nadie, tampoco Flick en el Barça
El FC Barcelona necesita hacer caja en el mercado de invierno.
El Barça está obligado a hacer caja este mercado de invierno para aminorar las consecuencias de la crisis financiera que está atravesando. Joan Laporta recibió ofertas por varios jugadores que están relegados en la plantilla, por lo que no pondrá ningún obstáculo para darles salida. Sin embargo, el tema más urgente a resolver es el de Ansu Fati, cuyo elevado contrato ha ahuyentado a los posibles interesados.
Así las cosas, Laporta tiene que decidir cuanto antes qué hacer con el futuro del canterano, que pintaba para crack, pero ahora está muy lejos de serlo. A esta altura de la historia, la directiva culé maneja tres opciones: dejarlo en la plantilla, cederlo a cualquier club o rescindir su contrato. Lo que está claro es que el técnico alemán no pondrá ningún pero a lo que decida el club.
Laporta debe decidir
En el mercado de invierno, el club recibió ofertas por Ansu Fati que no superaban el 30% de su ficha, las cuales fueron rechazadas porque no resolvían el problema en cuestión. Ahora, la idea es ver cómo se desarrolla el mercado de invierno para analizar si aparece algo. En un momento se habló del Sevilla, pero las negociaciones no prosperaron. Xavi García Pimienta ya dijo en más de una oportunidad que quiere reforzar la línea de ataque y, quizás, los dirigentes le cumplan el deseo y vayan por el canterano.
Deco, mientras tanto, ya le comunicó al jugador y a su representación cuál es la intención del Barça. Vale recordar que Ansu Fati estuvo la temporada pasada cedido en el Brighton & Hove Albion Football Club y, lejos de cumplir con las expectativas, su entrenador, Roberto De Zerbi, fue muy crítico con él por su condición física.
Horas claves en el Barça
Laporta también tiene que resolver qué pasará con Pablo Torre. Hansi Flick ha dejado de contar con él de un día para el otro por su falta de disciplina en los entrenamientos y su afición a las discotecas. Con Xavi Hernández, el joven tuvo el mismo problema y fue cedido un año al Girona.
A pesar de jugar un puñado de partidos, nunca pudo lograr cierta regularidad en el equipo de Míchel. Ahora, habrá que ver qué deciden hacer con él. Pero, parece cosa juzgada: todo indica que su futuro está lejos del culé.