Pep Guardiola ya da por perdido a Erling Haaland
El interés del Barça seduce a Haaland
El futuro de Erling Haaland en el Manchester City atraviesa un punto de no retorno. El delantero noruego, considerado uno de los mejores goleadores del mundo, ya no se siente cómodo en el conjunto inglés y cada vez contempla con mayor seriedad la opción de salir. Lo más llamativo es que Pep Guardiola, su gran valedor en Manchester, ha asumido que no podrá retenerlo y da por perdida su continuidad en el club.
Guardiola asume que no podrá retener a Haaland
El técnico catalán es consciente de que su ciclo en el Manchester City está llegando a su final. Tras varios años al frente del equipo, con títulos de Premier League y la ansiada Champions League, Guardiola percibe que el proyecto ha perdido frescura y que muchos jugadores necesitan un cambio de aires. Entre ellos, Haaland es el más claro ejemplo.
Las fuentes internas del club aseguran que Guardiola no tiene intención de interferir en las negociaciones que se abran en torno al noruego. Su postura es clara: si Haaland quiere marcharse, el entrenador no pondrá obstáculos. De hecho, estaría dispuesto a animar al delantero a dar el paso, consciente de que forzar una permanencia podría romper aún más la relación. El deterioro entre ambos se ha hecho evidente en los últimos meses. La falta de resultados, especialmente en competiciones europeas, y la sensación de que el City ya no domina como antes, han hecho mella en la conexión entre entrenador y jugador.

Haaland, cada vez más cerca del Barça
En paralelo, el FC Barcelona aparece como el gran destino que seduce a Haaland. El noruego sueña con ser el líder del nuevo proyecto culé y formar una dupla histórica con Lamine Yamal, el joven talento que ya deslumbra en el Camp Nou. Para el delantero, fichar por el Barça supondría un desafío deportivo y personal, además de un paso hacia una liga donde podría marcar una era.
Así pues, con un Guardiola resignado y un Haaland decidido a cambiar de aires, el escenario apunta a un futuro lejos de Inglaterra. El noruego ya no siente el proyecto del City como propio, y el Barça se perfila como el gran beneficiado de esta ruptura inevitable.