Apunta a ser el relevo de Busquets: el Barça no le pierde de vista

Gonzalo Villar comienza a hacerse un nombre en la élite. Formado en las categorías inferiores del Elche, el Valencia le reclutó cuando era todavía un juvenil, y de ahí dio el salto al filial, el Mestalla. Pero, ante la falta de oportunidades y de confianza en el primer equipo ‘ché’, decidió regresar al conjunto ilicitano, con el que se estrenó en el futbol profesional, en La Liga SmartBank. Y su gran rendimiento ahí llamó la atención de varias escuadras.

Pero finalmente fue la AS Roma la que se hizo con su fichaje, tras un pago de cuatro millones de euros. Y el internacional español sub 21 comenzó contando con pocos minutos, pues debía de adaptarse al salto de categoría. Además, también hay que recordar que pasó el confinamiento solo, y que en Italia duró más tiempo que en España. Pero le ayudó tener a varios compatriotas en la plantilla, como Carles Pérez, de su misma edad, y que llegó a la vez, en su caso desde el Barça, o Pau López.

Y este verano, se han sumado Pedro Rodríguez, desde el Chelsea, y Borja Mayoral, a préstamo por el Real Madrid. Pero, de todos ellos, además del canario, el que mejor está rindiendo es el centrocampista de 22 años, que se está ganando un puesto como titular. Comenzó teniendo oportunidades en la Europa League, y su gran desempeño ha provocado que cada vez entre más en los planes de su técnico, Paulo Fonseca, que también le ha dado entrada en Serie A.

Villar está asombrando a todos, y ha provocado que en La Liga Santander se fijen en él. Porque en el Camp Nou no están nada satisfechos con las recientes actuaciones de Sergio Busquets, al que ven acabado, y habrían pensado en el murciano, pues al campeón del Mundial de Sudáfrica en 2010 no le queda mucho. En el Estadio Olímpico, eso si, en estos momentos no tienen pensado en deshacerse de la que es una de sus grandes esperanzas del futuro.

Pero, a cambio de una oferta razonable, todo podría estudiarse. Y más, teniendo en cuenta que económicamente no es que atraviesen su mejor momento, ni mucho menos.

Aún no se habla de cifras.