Incluso Ancelotti considera una broma ese destino para Eden Hazard

En el Real Madrid ha caído como una bomba: ofrecimiento del KVC Westerlo, el actual líder de la segunda división belga, para hacerse con los servicios de Eden Hazard. Aunque suene a broma es algo que ha sucedido, y ha sido a través de su propietario, el empresario turco Oktay Ercan (compró el club tras una primera inversión de 10 millones de euros) y su ayudante y amigo, Hasan Cetinkaya, quien ha afirmado además ser amigo del propio Hazard.

Hasan ha asegurado en una entrevista “creo que puedo considerar a Eden Hazard como un amigo. Le conocí cuando estaba en el Lille y me prometió que algún día jugaría en el Fenerbahçe. Westerlo será más difícil, pero nunca se sabe. Tal vez termine su carrera aquí”.

Más allá de lo complicado que sería que Hazard abandonase un equipo como el Real Madrid para enrolarse en un segunda división belga, lo que dice mucho de la situación actual del belga es precisamente ver que equipos se ofrecen como posibles destinos. Con un Hazard a un nivel normal sería impensable que cosas así se produjesen.

Tal ha sido la sorpresa que incluso Carlo Ancelotti, el entrenador blanco, ha considerado esta opción como una broma. El mister merengue ha reconocido que los últimos días Hazard ha sido baja por una gastroenteritis y que en las próximas semanas tendrá minutos para comenzar a coger ritmo competitivo. A estas alturas el 7 blanco ya sabe que su entrenador no le va a regalar absolutamente nada y como ya contamos en Don Balón, el entorno del belga está más por la labor de salir en el próximo mercado invernal que continuar prolongando la agonía.

Sea como fuere, y continue o no Eden más allá del próximo mes de enero, lo que parece poco probable es que lo haga a un equipo de las características del KVC Westerlo o del Fenerbahce turco. Hazard aun tiene crédito en Europa para intentarlo en algún conjunto importante si no aprovecha los últimos partidos del año para dar muestras de que su mejor nivel aún es posible en el Santiago Bernabéu. La primera de esas últimas balas, el próximo domingo ante el Atlético de Madrid.