Otro revés para Leo Messi y Sergio Ramos en París: el PSG, inflexible

Otro revés para Leo Messi y Sergio Ramos en París: el PSG, inflexible

Los dos grandes fichajes del año francés han sido hondas decepciones

Quizá la derrota ante el Real Madrid de la Champions League haya destapado la caja de los truenos en París, pero lo cierto es que el rendimiento de ciertos futbolistas y su estatus en el grupo, debido a la inversión realizada, estaba ya dejando ecos peligrosos en Francia. Sobre ellos, es normal que una de las grandes estrellas del equipo, Neymar Júnior, sea puesto en el foco, pero también tienen los suyo Leo Messi y Sergio Ramos, dos fiascos hasta la fecha.

Ni el uno ni el otro estuvieron en una caída más, esta ya sí explicada por la inercia destructiva del equipo tras el tropiezo continental, ante el Mónaco (3-0) pero lejos de pensar que no tuvieron culpa en esta derrota, la afición argumenta todo lo contrario. Evidentemente lo de Ramos es más grave, ya que ni siquiera ha rendido esta temporada, pero Messi, por ser quien es y por el sueldo que tiene, también está apuntado por la hinchada.

Quizá por eso ciertas fuentes hayan visto que tal vez sendos jugadores quieran dar un giro en sus carreras y echarse a un lado, ya sea reculando en sus impulsos, renunciando a dinero pero ganando en tranquilidad, para regresar a Barcelona y Madrid (algo del todo imposible, al menos en el caso del central) o lanzándose a una nueva aventura, por ejemplo en Estados Unidos. Pues bien, para estas fuentes está el Paris Saint-Germain, que le ha negado tal cosa a los dos futbolistas.

Ramos

El club francés no dejará marchar antes del término de sus contratos a los dos jugadores, obligándoles a envejecer un año más bajo el escudo del PSG, les guste o no, lo cual no ha transcendido, pero también permitiendo que puedan revertir su situación y ganarse el respeto del club y de sus aficionados, amén de tratar de salvar su gestión (del club) en sendas transacciones, que por el momento han sido fallidas. Sea como fuere, el PSG no está dispuesto a dejar marchar ni a Messi, ni a Neymar ni a Sergio Ramos, tal y como hizo cuando pudo con Kylian Mbappé, que mira abiertamente al Bernabéu.

Ramos y Messi