Agárrense: CR7 se harta pero hay jugarreta del United por un pastizal

Agárrense: CR7 se harta pero hay jugarreta del United por un pastizal

El crack portugués intensifica, pese a los rumores de cese de Ten Hag, sus esfuerzos por irse en el mercado invernal

Está confirmado, la batalla por Cristiano Ronaldo se ha desatado en Old Trafford y amenaza con dilatar aún más la caja de Pandora que, abierta, fulge en el Teatro de los sueños. Casemiro está descontento, Ven de Beek se quiere ir, Cristiano Ronaldo presiona al club para que lo libere, las lesiones sacuden a Ten Hag y los resultados dinamitan estos y otros factores. Por tanto, ¿qué se puede esperar de aquí al parón en el equipo britñanico? No lo duden: inconsistencia, inestabilidad, retroceso en el proyecto deportivo.

Lo primero, claro está, sería definir ese proyecto, que más que una idea asentada en una filosofía de juego y una política de club parecen pinceladas millonarias lanzadas al aire sin orden y armonía, como esperando que conecten sin ayuda. Sí, el United posee un abanico enorme de talento y jugadores de clase mundial, algunos de ellos rindiendo a gran nivel en los últimos años tanto en sus clubs como en sus selecciones nacionales, pero nada confluye en una ventaja holística, es como un caos en movimiento sin concierto que arrastra al histórico club a los infiernos, temporada tras temporada.

Y el epicentro en estos momentos de cada rasgo conflictivo en Old Trafford es la estrella amada en el pasado y defenestrada en estos momentos: Cristiano Ronaldo (por otro lado, el máximo goleador del equipo en la 21/22). Sí, es verdad, tal y como os contábamos ayer en Don Balón, que comienzan a sucederse los rumores (intensísimo siempre en los diablos rojos) en torno a la entidad inglesa sobra la posible destitución de Erik ten Hag, pero, al perecer, eso a CR7 ya le da igual, esa reacción o no se la cree o llega tarde. Es más, el luso ya mira solo por sí mismo en este aspecto y quiere jugar la Champions League esta temporada; ergo, ha de salir.

CR7

El United, pese a las 500.000 libras que cobra el portugués a la semana, prefiere quedarse el recurso del luso, y por tanto le cierra la puerta al ex, entre otros, de Real Madrid y Juventus de Turín. Cristiano, por su parte, cree que tiene ‘novias’ con opciones de tocar ‘la orejona’, como el Chelsea, y entre medias se mira al mercado de fichajes invernal como una posible solución (Nkunku y Osimhen suenan para el club inglés). Indudablemente con posiciones tan enfrentadas y una situación tan convulsa, el acuerdo será complicado, por lo que el ruido en aquel estadio del norte de Inglaterra que daba pavor y ahora es vulgar será intenso en estos tres meses que restan hasta enero (apertura del mercado), y desde hace tiempo no hablamos precisamente de la sonoridad por los sueños hechos realidad sobre el terreno de juego.

Cristiano Ronaldo